La vida que actualmente comparto con Freen, es buena.
Lo bueno no es malo, pero de cierta forma, es inexorable no sentir cierto miedo cada que su mirada calienta mi corazón. Estar con Freen ha significado un enorme desafío para mí, sobre todo porque en mis planes jamás estuvo el tema del matrimonio. Ahora estoy casada y me agrada estarlo, aunque al principio no haya sido de esa forma. Me agrada ser la esposa de Freen, ya que por ahora todo va remotamente perfecto. O así lo pensé hasta que recordé que nuestro compromiso se formó bajo cimientos que involucran un contrato.hoy quise invitarla a comer no quiso se comporto seria friaa pensé que ella quería algo mas pero no solo me dijo que tenia trabajo que humillante fue sobre todo por que nadie de ahí sabia que era su esposa
A veces me da miedo que todo lo lindo que compartimos, sea parte de ese acuerdo. La forma en la que ella me habla, me besa o me mira ¿Qué tal si es parte del contrato?-supongo que al final la enamorada solo soy yo.
Fui yo sola a comer pero olvide mi cel en su oficina asi que vuelvo ahi
–Hola –saludo a la chica de la recepción.
–Buenas tardes, señorita Rebecca.
–Freen está en su oficina, ¿verdad?
–Eh... si, pero
–Okay, gracias –le regalo una sonrisa y me dirijo al ascensor.
Cuando oprimo el botón de subir, las puertas se abren y aparece a la vista el señor Sarocha. Trato de ser amable y lo saludo, pero pasa por mi lado sin siquiera darme una mirada. Qué descortés. Me encojo de hombros, siguiendo mi camino.
Llego frente a la oficina de Freen, toco levemente la puerta y solo paso hasta que escucho su voz desde el otro lado.
–Hey, hola –me sonríe, pero por alguna razón, la acción se ve forzada– ¿Qué haces aquí? –le echa un vistazo a su reloj de mano–. Según esto ya pasó la hora del almuerzo.
–Eh, si –camino hasta las sillas frente a su escritorio y me siento–. Es que tengo que hablar contigo.
–¿Ocurrió algo en casa?
–No. De hecho, esto de lo que quiero hablarte, tiene que ver con nosotras –digo un poco vacilante.
–¿Nosotras? –su rostro es frio
–Si...
–Okay –cierra su laptop y pone toda su atención en mí–. Dime que es lo que sucede.
–Freen, yo... –inhalo hondo y exhalo–. Quiero saber que fue lo que firmamos ese día a parte del acta de matrimonio
Ok te dire en la casa están los ppales dice freen sigue seria no me a sonreído que demonios le pasa........
Llegamos a casa y enseguida Freen me mostró los papeles. Conforme iba leyendo encontraba partes que realmente no tenían mucho sentido, sin pensar en el hecho de que era tan simple como casarnos y que nuestros padres dividieran el dinero, para luego simplemente separarnos. Hay algo en todo esto que no calza. El contrato en general se basa en una cierta cantidad de reglas en las cuales el mantener el secreto del origen de nuestro compromiso, es primordial. Hay un punto de entre todos esos que logra captar mi atención. Cuando lo leo, mi mundo entero se sacude, y no de forma agradable.
–Freen... –intento llamar su atención. Me mira y señalo "esa parte" en el papel que no me agrada.
–Si... de eso quería hablarte.
–tengo que embrazarme -le digo freen se pone mas seria y me dice
No quiero un hijo
–Lo sé.-le dije-su cara sigue seria y preocupada
–¿, por qué tu cara luce tan afligida?-le dije
–Es que... mis padre fue a verme hoy y hablamos sobre este punto exactamente –su voz suena apagada–. Le dije que no estoy lista para dar ese paso, y como podrás imaginar, no salió nada bien.
–No puede ser –Él quiere que tengamos un bebé –no es pregunta.
–Si, a toda costa.-seria un lindo un bebe con ella pero freen no quiere y la entiendo ella es mas joven y esta casad con alguien que no ama
–¿Él puede obligarnos? –pregunto con temor.
–No lo sé, dijo ella pero quiero hablar sobre algo contigo
Dime-le dije
Te dare el divorcio rebecca quiero que nos separemos quiero que conozcas a alguien que te ame y tu lo ames-no podía creer lo que escuchaba
No le dije nada
Quiero que seas libre Armstrong -dice fría
No dije nada y me fui a mi cuarto
Freen me quiere dejar y lo peor es que yo ya me enamore-me duele mi cabeza y me siento demasiado mareada...
–Bec, debes cenar –Freen entra a mi habitación, que por alguna razón se ha vuelto nuestra habitación.
–No tengo apetito –digo, mientras me doy la vuelta para quedar de espaldas.
–¿Qué sucede? –percibo que se acerca, y confirmo mis sospechas cuando noto que la cama se aplasta a mi lado.
–Nada –miento.
La verdad es que he estado toda la tarde pensando en el contrato, en mi matrimonio, en lo que Freen me dice, en lo que ella me hace sentir.-por que me quiere divorciarse
–FREEN
El ver a Becky mal me pone mal a mi pero es que no puedo seguir viéndola asi no quiero hacerle daño ya la cague ok estoy enamorada de ella yo me perdi en sus ojos su hermosa sonrisa todo lo de ella me gusta pero mis padres ahora quieren un nieto un heredero y yo no estoy lista oara eso es mejor dejarla y que sea feliz rebecca no ha querido comer se ve pálida cuando entre se fue directo a vomitar no quiso ver médicos quizás le hizo daño alguna comida la arrope -te amo le susurre pero será lo mejor
–Tranquila, yo te ayudaré a subir a la cama –le informo.
–Pero estoy sucia.
–¿Y? Puedo limpiarte, sabes que no me importa.
–¿Estás loca? –le ayudo a sentarse a la orilla de la cama. Después la acomodo para que se acueste sobre ella–. Iré a buscar un poco de agua y una toalla, por favor bebe esto –le paso una botella que estaba sobre la cómoda, para que se hidrate.
–Okay –acepta.
–Y no te duermas, primero debo limpiar tu cara has vomitado demasiado
Asiente con su cabeza y se acomoda de lado. De seguro se dormirá. Sonrío levemente y me dirijo rápidamente al baño.
ESTÁS LEYENDO
Solo es un contrato
Science Fictionfreen obligada a estar con una chica que no ama rebecca una chica de 25 años casada con freen