Entendió que se había convertido en algo irreparable... Y que por más que lo intentara, ya no deseaba seguir abriéndose a indagar en su pasado. No tenía cura.—Pasarela de Sangre. Cap. Final, 2020.
—No le gusta que hablen de él. No lo hagan.—Advirtió Renjun al resto de sus amigos, estando en la sala de la casa de Jaemin.
Chenle, Jeno y él, recibían la visita de Yang Yang, un nuevo amigo que acompañaba a Yuta en su regreso a Corea... Cinco años después de la muerte de su primo. Se quedaron en la sala, compartiendo mientras que Yuta conversaba con Jaemin en la cocina, sobre las maravillas que había hecho en Japón. Se había convertido en empresario, y tenía un negocio próspero que apuntaba alto.
—¿Pero por qué no pueden hacerlo?—Cuestionó con inocencia el rubio, y todas las caras de los chicos se ensombrecieron al recordarlo.
—Es...—Chenle intentó explicarlo, pero no sin antes buscar la validación de sus dos amigos con la mirada, esperando que estos no se cerraran. No dieron oposición pero tampoco quisieron mirarlo, así que trató de buscar mejores palabras.—Sabes que Yuta tenía un primo aquí, ¿Si?
—Mmm, había oído que tenía familia lejana en Corea, no sé si primos. Pero debe ser eso...—Reparó el joven, cayendo en cuenta de una palabra.—¿“tenía”?
—Sí, falleció hace cinco años.—Respondió Chenle.
—Yo necesito ir al baño, con permiso.—Se zafó Jeno de la conversación que le revolvía el estómago, siendo seguido por la mirada de Injun, hasta que desapareció por el pasillo de la casa.
En el fondo se escuchaban las voces de Yuta y Jaemin manteniendo una charla amigable en la cocina, a unos pocos metros de allí.
—Vaya.—Fue lo que salió de Yang en ese momento, donde sintió un poco de pena por haber preguntado cuando mencionaron aquel nombre desconocido.
“Haechan”
En las aventuras que citaron durante la tarde, todo sonaba como si el chico jugara un papel importante en sus vidas. Nunca se imaginó que estaría muerto... No cuando contaron sus anécdotas con risas y tan buen humor. Pero ahora que decían lo que había pasado, hasta el clima pareció nublarse y la casa tomar un aura triste en su alrededor.
—Jaemin fue el más afectado porque... Bueno, él estaba enamorado de Hyuck.—Comentó el chino con la mirada un poco perdida y jugando sus manos.
—¿Y era correspondido?
Renjun se hizo más pequeño en el sofá y se cruzó de brazos mirando fijamente al ventanal que daba al jardín. Había empezado a llover.
—Haechan lo amaba con su vida... Nos gustaba pensar que se casarían.—Musitó el pelinegro, sintiéndose algo abatido por recordarlo también.
—Deja de hablar de él, Chenle. Si te llega a escuchar cómo crees que se sentirá.—Insistió una vez más, pero en el fondo, él era quien se empezaba a sentir de la mierda sentado allí fingiendo que no puede oírlo y no puede afectarle. Repasando la situación, Jeno había sido muy maduro al evadir el tema.
Cierto... ¿Y Jeno? Ya no escuchaba nada y aún no aparecía, por lo que volteó para tratar de ver si seguía en el baño y se encontró con Jaemin parado a unos pasos del sofá, con la bandeja de snacks en mano y Yuta a su lado notando lo pálido que se estaba tornando el rostro del chico.
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NaHyuck's Zone/ One Shots
FanfictionEscritora muy fan del shipp, incapaz de seguir creando OS a diestra y siniestra, sin sentir que llena su borrador de historias que no salen a la luz. ¿Quiere leer NaHyuck? Problema resuelto. #15 Haechan 19/01/23