Cuando Donghyuck despertó esa noche sudando, su cuerpo con desespero buscó a Jaemin. Como si se le hubiera perdido al bajar la guardia, simplemente no estaba.
Tanteó las sábanas como si fuera tan pequeño para no verlo, se llevó las manos al pecho y respiró con irregularidad, tratando de recuperar la calma. En cualquier noche que tuviera, por menos mala que fuera, corría a refugiarse en él. Era capaz de escribirle, llamarlo o incluso buscarlo a mitad de la madrugada. En lágrimas, temblando o sudando, sus pies y manos siempre conseguían el camino hasta el menor, para contarle y encontrar consuelo. Él más joven, que se consideraba un ser nocturno tenía una dinámica que le ayudaba a Hyuck para ser recibido en sus brazos cuando quisiera.
Para Jaemin la noche era el día, y para Hyuck el día era su noche. De esta manera era fácil levantarse de la cama y tocar la puerta de su cuarto en el hotel, sin temor de molestarlo. En esta oportunidad podría acercarse en vez de usar el móvil.
—Jaem...—Llamó con suavidad parado en la puerta, cuando escuchó un par de pasos y acto seguido observó como se abría la puerta, mostrando la habitación del joven.
—Sabes que puedes pasar....—Dijo con un tono amable, sintiendo el impacto de sus cuerpos al ser abrazado con tanta fuerza por el moreno. Se le escapa una sonrisa, y sus brazos lo rodean después de cerrar la puerta.—Hyuckie...
No le contesta, pero escucha cómo su partida de LOL sigue en pie y su personaje está parado en un punto alejado para no correr peligro de ser atacado, aunque la partida va en desventaja y necesita ir en apoyo de su equipo o perderán.
—Si me lo permites, déjame terminar la partida y me quedo a tu lado, ¿Si?—Pero no lo suelta, mientras que ve con claridad cómo se le acerca un enemigo y empieza a luchar con él, sin esfuerzo alguno. La vida va disminuyendo poco a poco, e intenta arrastrarse hasta la silla, abrazado con Hae.
Cuando su mano alcanza el teclado, trata de hacer lo que puede con una sola, pero no funciona y finalmente muere, teniendo que esperar unos segundos para reincorporarse.
Deja a Donghyuck sobre la cama sentado y se pone de cuclillas para verlo, tomando sus manos. El mayor luce despeinado, con la mirada caída y aún tiene sudor en su frente. Esboza una sonrisa comprensiva hacia él, con la que pasa acariciarle la mejilla.
—¿Mala noche?
Hyuck asiente.
—¿Me permites terminar la partida y me quedo contigo?—Consulta.
—Ya perdieron...—Señala el moreno la pantalla y el opuesto voltea para ver cómo termina de hacer pedazos el enemigo a su base.
—Maldición.—Murmura resignado, soltando una risita. Se levanta y decide cerrar la laptop, quedando completamente a oscuras.—Bien... Me parece que me quedas tú. A ti no te puedo perder.
Bromea, dándose la vuelta para regresar con el chico, sentándose en el borde de la cama, junto a él.
—¿Me puedes ganar?—Musita, recostando su cabeza del hombro de Nana.
—Desde que te conocí.—Sonríe, haciéndole pequeños cariños en el cabello.—Sigues sudando...—Con cuidado usó el borde de su camiseta para secar la frente del mayor.—¿Cómo haces cuando no puedo estar aquí contigo?
—Entrelazo mis manos y cierro los ojos pensando que eres tú...—Susurra.
Jaemin siente que se ruboriza y agradece que no haya luz que lo pueda delatar. Abraza al moreno por largos segundos.
—¿Sabías que al abrazarse dos personas por más de diez segundos sus latidos se sincronizan?—Le cuenta al oído.
Y Haechan decide hundir su cara en el pecho del menor.
—¿De verdad? Osea que estamos latiendo al mismo tiempo.—Cuando está con él es sencillo olvidarse de todo aquello que le molesta o le hace mal.
—¿Por qué te escondes?, ¿Te hago cosquillas al decírtelo así?—Sonríe.
—No.
—¿Quieres dormir conmigo?—Le invita, sintiendo como asiente.
Lo recuesta en la cama, subiéndose sobre él y por fin sus ojos conectan a la perfección. Una ola de sensaciones recorre a Donghyuck, que no encuentra un mejor compañero para compartir su sueño.
—¿Qué haces? ¿No vamos a dormir?—Ríe con torpeza.
—Si, claro. Después de comerte.—Explica con suma tranquilidad, causando que Haechan enrojezca y lo mire con pánico.—¡Estoy jugando!
Todo el aire se escapa de su pecho y el mayor aparta la mirada.
—A menos que tú no quieras jugar.—Dice sugerente, atrapando de nuevo su mirada. Vuelve a reír un poco más fuerte y se tumba a su lado, abriendo sus brazos para recibirlo.
A Haechan el corazón le palpita de manera escandalosa, pero aún así, lo abraza.
—M-Me gustas... Pero abusas de tus privilegios.—Se queja bajito.
—¿Ah?
Hae cierra sus ojos cuando el cansancio vuelve a arroparlo entre sus brazos y bosteza.
—¿Qué dijiste?—Insiste curioso.
—No volveré a repetirlo...
Nana sonríe una vez más y cierra sus ojos para descansar.
—Me voy a terminar enamorando...—Susurra de vuelta.
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NaHyuck's Zone/ One Shots
FanfictionEscritora muy fan del shipp, incapaz de seguir creando OS a diestra y siniestra, sin sentir que llena su borrador de historias que no salen a la luz. ¿Quiere leer NaHyuck? Problema resuelto. #15 Haechan 19/01/23