Aidan.
Haber salido al aire fue una gran ventaja para ambos que no podíamos vernos de nuevo a los ojos sin recordar lo que hicimos hacia penas unos minutos antes de que fuéramos descubiertos. Hayamos sentido lo que fuera que nos provocó ese momento no debía interponerse entre mis ordenes.
Así que, con todo el peso de su vergüenza más la mía tuve que soportarla sobre mis hombros cuando la acompañé al laboratorio para sacar los diarios del librero.
— Juraría que no estaba tan vacío...— murmuró de espaldas a mí después de un largo tiempo en silencio.
— ¿No dijiste que tenías mucho sin entrar aquí?— miré las lámparas de tubo que parpadearon. Eso daba más escalofríos de los que aún mi cuerpo recordaba cuando... ¡Shea, recuerda que no importa nada que no sea cuidar de ella!
— De los pocos recuerdos que tengo de aquí este librero estaba llenísimo de un montón de libros, y ahora está... con muchos huecos— me tensé— aunque es obvio que no pudieron mantenerlo igual a mis memorias todos estos años, tendrías razón si lo modificaron como lo hicieron con este laboratorio casero.
— Nos estan esperando— aclaré mi garganta, los recuerdos estaban jugando en contra mía y no me beneficiaba en lo absoluto que Shea siguiera analizando el librero con la poca iluminación que el laboratorio casero del creador Elijah y la Científica Verena tenían aquí.
Suspiró y salió con los diarios sujetándolos con ambos brazos, las chicas se veían realmente como nuevas, sus caras seguían húmedas como seguramente mi cabello lo estaba después de haberle hecho caso a Shea de refrescarme la cara, en cuestión de minutos aquí nadie dejó una prueba de que se tropezaban y hablaban incoherencias, ni de mucho menos de habernos descubierto en lo que estaba siendo mi mejor sueño de toda mi vida.
Cada quien tomó un diario y comenzamos a hojearlos sin que se nos escapara nada de información, para mí esto era más una relectura gracias al creador Elijah, de nuevo.
Sabía bien en que diario estaba lo que querían encontrar, la página, el párrafo, absolutamente podría recitarlos de memoria y ayudarles a acabar más rápido la noche, pero si eso no fuera lo suficiente raro para todos, Shea se preguntaría el por qué yo sé estas cosas y ella no, por qué tendría yo que saberlo si sólo he obedecido órdenes de su padre que implican a ella y nada más que a ella, no a su laboratorio casero ni tampoco el que está oculto, ni siquiera debería saber algo mínimo de las creaciones.
Y sin embargo soy la prueba viviente de una y de todas las consecuencias y procesos fallidos que el creador Elijah y yo sabemos perfectamente lo que significaron esos días.
Decidí callarme y fingir que leía como ellas lo hacían, también mostré la apariencia de alguien que se estaba quedando dormido cuando en realidad mi cuerpo estaba tan activo sin un ápice de sueño.
Miré a la causante de eso que escribía cada vez con los ojos más cerrados, era entendible en Shea, su cuerpo fue una bomba de emociones y sensaciones por mi culpa (y si sumamos el efecto que le hizo las dos botellas que se tomaron, era incluso peor la situación en su interior).
Bostecé y cerré de manera muy ruidosa el segundo diario que leía, todas me voltearon a ver despabiladas por el ruido que les ahuyentó el sueño por pocos minutos antes de que de nuevo se pusieran a trabajar entre sus sueños— Creo que hemos recolectado bastante información útil para el anciano.
— Nos falta un diario más...— Shea se frotó los ojos.
— Han escrito en la mitad de sus libretas, con todo eso el anciano quedará encantado.

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La Creación Perfecta.
FanfictionGallagher Caro. Nacimos siéndole fiel a la ciencia y moriremos siéndole fiel. Todos guardan secretos. Unos por la seguridad de quienes quieren proteger, otros tal vez por amor. Sin duda guardar un secreto valioso por la segunda opción es algo irreme...