Capitulo 5

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Marinette

Mi mente era un total caos gracias a ese rubio, si era conciente de que no tenía nada que envidiarle a nadie, el era guapísimo tanto como Claw como siendo Adrien. Pero no sentía nada más allá de una simple amistad y siendo sincera, veía difícil el hecho de enamorarme de alguien.

Entonces ¿Por qué me siento mal?

-Tikki. ¿Damos un paseo nocturno?- Mi Kwami asintió animadamente y luego de invocar mi transformación, mi traje apareció. Mi yoyo marcaba las 23:40, no era tan tarde después de todo, mañana me despertaría sin problema para el colegio, nunca tuve problema con eso.

Decidí ir a uno de mis sitios favoritos, el que me obsequiaba la mejor vista nocturna de todo París a mis ojos, la punta de la Torre Eiffel. Apenas mis pies tocaron el suelo, ví la silueta de la persona que menos quería ver.

-Claw...- A pesar de haber susurrado, gracias a su habilidosa audición notó mi presencia. Volteó a verme aún sentando en la baranda. -Lo siento, no sabía que estarías aquí...- Me acerqué a la baranda dispuesta a saltar e irme, siendo detenida por su mano enguantada.

-Espera, yo... Quédate, por favor.-Giré hacia el y soltó mi mano. Agachándose frente a mi, ví como de su chaqueta, sacaba una preciosa rosa roja. -Para ti mi princesa.- La extendió hacia mi con reverencia, dejándome anonadada, la recibí tomándola con cuidado.

-¿Cómo es que..?-Restaba atónita ante aquel repentino acto de su parte.

-Te estaba esperando... Se que es tu lugar favorito de París y que te gusta venir a medianoche.

Incluso llevándonos mal como villanos, el apreciaba esos pequeños detalles...

Se puso de pie frente a mi y tomó mi mejilla, su tacto me brindaba una extraña paz y tranquilidad, ante aquella sensación cerré mis ojos, permitiendo aquel cálido contacto. Mi mente me decía que me marchara, mi corazón me rogaba quedarme, este último latía tan rápido que fácilmente podría ser confundido con taquicardia.

-Mi Lady...-Abrí lentamente mis ojos y choqué con sus esmeraldas. No sabía que me ocurría, mi cuerpo no reaccionaba, me encontraba hipnotizada por sus ojos, sin poder articular palabra alguna.

Narrador

El joven de mechas doradas guió sus manos a la pequeña cintura de la moteada, recortando la poca distancia que quedaba entre ellos, creando así una atmósfera mágica. Ambos observaban en silencio los labios del contrario, sin animarse a dar el primer paso, uno por miedo al rechazo, el otro por confusión.

-Adrien...

-¿Si mi Lady?- Sus rostros estaban tan cerca que podían sentir la calidez de sus alientos. Aquella nueva forma de dirigirse hacia ella, la hizo sentir única, dando un brinco en su corazón. Si alguien le hubiese dicho tiempo atrás, que Claw Noir, aquel chico de en su momento mechas verdosas y ojos violetas, la estaría tratando como a una reina y siendo tan romántico con ella, por ninguna razón del mundo lo creería.

-Bésame.- Aquella petición tomó por sopresa al de antifaz negro, sonriendo por instinto, capturó los labios de la azabache en un lento pero fugaz beso, buscando manifestar todos sus sentimientos hacia aquella bella musa suya.

La fémina correspondió de inmediato, siendo envuelta por una ola de nuevos sentimientos y sensaciones. No era la primera vez que era besada, pero si que sintiera que su corazón estallaría al bombear tan rápido.
Ella con la rosa todavía en mano, rodeó el cuello del blondo, permitiéndole apegarse aún más al cuerpo de este, profundizando aquel beso que solo lograba hacerla perder la razón.

Mentiría si dijera que nunca imaginó lo que sería ser besada por el, aún siendo todavía villanos, más nunca se permitió descubrirlo.

-Claw, yo...- Pronunció en apenas un audible susurro en cuanto sus bocas se separaron ligeramente.

-No digas nada mi Lady, solo disfruta.- Volvió a capturar aquellos labios con los que tanto había soñado, tanto había deseado poder acercarse a ella y el descubrir que todo el tiempo había sido su compañera, le daba algo de ventaja y no pensaba darse por vencido, a pesar de las palabras dichas por ella esa misma tarde.

Hizo retroceder a la ojizarca hasta acorralar su pequeño pero desarrollado cuerpo, contra una columna.
Si había algo parecido al cielo, tranquilamente podria ser besar a esa ninfa de cabello azul marino. Aquel beso los estaba enloqueciendo, perdidos en la boca del otro apenas separándose para respirar y continuar con aquella batalla.

-Claw, detente...-Suplicó sin querer en realidad que este obedeciera.

-Pídeme lo que sea menos eso.-Mencionó antes de arremeter nuevamente los labios ajenos. Las manos de la moteada pasaron de su cuello a sus mejillas, alejando con pesar un poco a su contrario. -De acuerdo..- Suspiró resignado, no la obligaría a nada, si se animó a besarla fue porque ella misma se lo había pedido.

-Yo... debería irme a casa...- Empujando suavemente al rubio, tomó una distancia prudente de el, no siendo capaz de mirarlo a los ojos. Claw Noir volvió a tomar su mano deteniendo a la joven en su pronta huida. -Claw no...-

-Por favor...-La ahora heroína se safó de su agarre y dando media vuelta, lanzó su yoyo y de un salto se fue perdiendo entre los edificios. Dejando detrás a un Claw Noir con el corazón en su mano, sin creer aún que aquello en verdad había sucedido y lo mejor de todo, a petición total de ella.

....

-¿Que demonios acaba de suceder?.

-Fuiste tu quien se lo pidió Marinette.- Mencionó la pequeña Kwami de la creación.

La azabache suspiró aún cubriendo su rostro con aquella almohada rosa, incapaz de aceptar aquel vergonzoso momento. Siempre fue aquella chica dura y atrevida siendo Shadybug, pero ahora que podía ser ella misma aún con la máscara, comenzaba a mostrar su lado penoso.

-Carajo... No sé cómo lo miraré a la cara la próxima vez.

-Marinette, es normal, siempre fue así.

-¿A qué te refieres Tikki?- Inquirió mirando a su Kwami de reojo. Prestando atención a sus palabras.

-Los miraculous de la creación y destrucción se complementan entre si, por eso deben ser escogidos como portadores; dos almas gemelas, que sean uno solo a la hora de luchar, así ambos poderes se compenetran. No sé si me explico.

-Eso quiere decir... Que Adrien y yo...?- Ante la mirada estupefacta de su portadora, la Kwami se limitó a asentir con gracia. -No no no no no y NO! Me niego, no me enamoraré de alguien a la fuerza.

-Tu no tienes que hacer nada Marinette, solo deja que las cosas fluyan por si solas.-Pronto el semblante de su portadora cambió, sus facciones la denotaban un tanto triste y decepcionada.

-Es que es ese el problema Tikki, yo... No puedo hacer nada mientras Supremo siga presente, si dejo fluir las cosas y el se entera, no se que pueda pasar... Si es como tú dices, no dudará en tomar toda la situación a su favor.

-Marinette...

-Debo conseguir los miraculous.-Comentó en completa seriedad, preocupando a la pequeña moteada.

-No lo hagas, se que hallarás otra solución, no dejes que Supremo te manipule nuevamente.

-No hay nada más que hacer Tikki. Buenas noches.-La peliazul extendió su mano hacia la luz de noche de la pequeña mesita contigua. Presionó el interruptor dejando su habitación completamente a oscuras, cerrando sus ojos y cayendo en los brazos de Morfeo.

NaoMessina

Te amo en todos los universos. [ ShadyNoir - Adrinette Alterno ] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora