Marinette
Habían pasado dos semanas desde aquel atentado contra mi vida, mi recuperación había sido lenta y agotadora y eso que aun faltaba un poco para que la herida desapareciera. Hoy me darían el alta y podria volver a mi casa, extrañaba horrores mi cama.
Y a Tikki también.
Sea quien sea que me hubiese atacado, estaba segura que había llevado mi miraculous, por ende había perdido a Tikki, la única persona con la que podía hablar de todo, aunque no pudiera responderme, ella me escuchaba.
Mis recuerdos aún no volvían, si bien tenía algunos pasajes borrosos, no los entendía. Me dolía el no recordar a Adrien, quien desde un principio estuvo a mi lado, cuidándome, haciéndome reír con sus chistes malos y trayendome uno que otro chocolate a escondidas de los doctores. El solía venir en las tardes al acabar sus actividades extracurriculares, nuestras charlas las amaba porque hacían que mi corazón se envolviera de una extraña pero familiar calidez.
A pesar de no recordar cómo fue que se dió todo entre nosotros, me agradaba que hubiese sucedido. Siempre había visto a Adrien como el niño rico, engreído y mujeriego, pero al profundizar con el, sentía una conexión mágica que jamás había sentido con alguien, ni siquiera con Luka siendo amigos o pareja.
—¿Lista?— Mi rubio amigo me devolvió a la realidad, cargaba en su hombro una mochila mía.
Se ofreció a llevarme a casa, ya que mi abuela había recibido un gran pedido para un evento y no podía negarse, la panadería era nuestra única fuente de ingresos y no podíamos descuidarla.
—Adrien no hacía falta, pude haber tomado un taxi.—El aún caminando delante de mi en dirección a la salida respondió.
—Sigue soñando princesa.—Llegamos a su coche y nos ubicamos sobre el asiento trasero, luego de indicarle la dirección al chófer, este arrancó.
—Oye Mari, viendo que tienes dos semanas de reposo. ¿Quieres ir conmigo al cine mañana?
—Claro, lo único que haré será estar en la panadería así que acepto.— El me dedico una sonrisa.
—Pasaré a buscarte en el coche y te traeré de regreso.
—Adrien no quiero ser molestia, puedo ir sola.—El negó con la cabeza y miró por la ventanilla del auto.
—No quiero que suceda algo parecido Mari, cuando recuerdes todo sabrás.— Okey?
Decidí no responder, el ambiente se había tornado algo tenso. El camino a mi casa fue tranquilo, con algún que otro cruce de palabras. Al llegar a mi hogar mi abuela me recibió contentisima junto a Luka, quien me esperaba con un gigantesco ramo de rosas.
—Luka! No debías!—Sin pensarlo me lancé a sus brazos, siendo correspondida al instante.
—Pero quise... Me alegra que ya estés en casa Mari. —Al tomar un poco de distancia, ambos nos fundimos en una sonrisa calida.
—Cof cof.— Adrien tosió interrumpiendo el momento. —Yo creo que sobró así que mejor me voy. —Salió de la panadería en dirección al coche, por instinto salí detrás de el, dejando atrás a mi abuela y a Luka.
—Adrien espera! Que sucede? Por que te vas? Tu no sobras aquí tontito.— El paró en seco al escuchar mi voz, giró para verme y noté tristeza en su mirada.
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Te amo en todos los universos. [ ShadyNoir - Adrinette Alterno ] +18
RomanceEllos regresaron a su universo, conociendo sus identidades secretas. Del odio al amor hay un solo paso. ¿Quien pensaría que detrás de ese antifaz moteado, se enconderia la chica dueña de sus suspiros? ¿Quien pensaría que detrás de esa apariencia fr...