Te amo en todos los universos. [ ShadyNoir - Adrinette Alterno ] +18

Capitulo 15

Narrador

-Entonces... Dime que te has decidido y me acompañaras.-Rogó el rubio, bebiendo un sorbo de jugo de naranja, el cual había acompañado por una pasta con carne.

Ante las palabras de su novio, la de orbes celestes esbozó una sonrisa vivaz.

-Mmm no lo sé, has sido un buen gatito últimamente?-Golpeó la punta de su nariz con su dedo índice, provocando un sonrojo en su pareja.

-Ja! Yo soy un gato hecho y derecho, ya sabes... Un minino correcto.-Fanfarroneo.

-Bien, siendo así te acompañaré. Pero deberás acompañarme a comprar un vestido de último momento.

Ambos jóvenes se encontraban en uno de los restaurantes más famosos de la ciudad Parisina. Habian transcurrido varias semanas desde el alta de la ojiceleste, quien había vuelto a su rutinaria vida con calma. Los días parecían pasar con una extraña pero a la vez relajante tranquilidad. No había habido noticias de aquellas desconocidas portadoras o siquiera de Supremo.

Luego de una invitación a compartir un almuerzo por parte del ojiverde, este había invitado a su novia a un evento que organizaría su padre esa misma tarde en celebración de 10 años desde la fundación de la Empresa Gabriel's.

-Esta bien, pero yo lo pagaré. -Sentenció.

-Que? No, ni pensarlo. No quiero que gastes dinero en mi.-Rechistó la azabache, bebiendo un sorbo de su jugo de naranja, cruzando luego sus brazos al frente.

-Mari vamos, tómalo como un regalo si? Además el dinero no es problema, mucho menos si se trata de complacer a mi lady.- Marinette soltó una carcajada ante ese comentario.

-Lo siento es que... Imagino que tú cuando estás triste y lloras, limpias tus lágrimas con 500 euros. A veces olvidó que soy novia de Adrien Agreste. -Adrien sonrió y rio ante la chistosa ocurrencia de su amada.

-Quizás lo hago, quizás no, quien sabe. - Fingió egocentrismo, sacando otra risa a la joven acompañante.

-Eres un caso perdido Agreste...

......

A las afueras de la ciudad parisina, tres personas se encontraban en una pequeña casa, la cual apenas y contenía muebles.

-Entonces... Cuando es ese dichoso baile?-Interrogó Supremo. Frente a el permanecian de pie dos féminas, una de cabello cafe, largo hasta su espalda baja. La otra de cabello corto, el cual era de un azabache intenso.

Ante la pregunta del imponente hombre, ambas muchachas se miraron con preocupación evidente.

-Esta tarde, exactamente a las ocho de la noche.- Mencionó la morena, con cierto temblor en su voz.

-Perfecto, se mezclarán entre la gente y ya saben que hacer.

-Y luego? Liberarás a mi madre? - Cuestionó la japonesa dejando caer unas cuantas lágrimas de sus marrones.

-Solo si cumples con mis órdenes, sino... Créeme que tendrá el destino que casi le das a Marinette.- Su mirada se oscureció, intimidado a las jóvenes frente a el.