Un Hijo De obito ||•obikaka•||

Capítulo 23

Obito y kakashi Habían desaparecido por un mes completo, gracias a la ayuda de kushina y minato,al final les habían terminado decidiendo la verdad de todo el asunto,y aunque no estuvieron de acuerdo con eso,de igual manera los ayudaron.

Rin no hizo nada para buscarlo; no era tonta,sabía que minato-sensei los estaba ayudando y sabía que hacer mover a toda Konoha para buscar a su marido la haría quedar como una idiota.

Tenía una idea de lo que pasaba.

— Por favor, sigame. La están esperando. —Una Beta muy amable la guio en el restaurante. Poco tiempo después pudo ver al Alfa del que se había enamorado como una niña tonta—. Disfruten la comida.

—Gracias. —Dijo obito. Como todo un caballero, se levantó de su lugar y jalo la silla para que ella tomará asiento.

Ella le sonrio agradecida.

—Supongo que tu desaparición tuvo que ver con el embarazo de kakashi. — Rin lo miró con seriedad,al rato en ella— ¿Cómo se encuentra?

—Mejor. — obito suspiro mientras tomaba del vaso de agua—. El médico dijo que estar con él era importante. El crecimiento del cachorro depende de ambos como Alfa y Omega. Además de eso, tengo que mantenerlo alejado del estrés, cuidar su alimentación y su horario para descansar.

— Kakashi no es un niño— Rin sonrió—. Él se sabe cuidar solo ¿cierto?

— kakashi no,no lo es. El a estado cuidando sé mejor de lo que creés. — Obito la miro con irritación—. Soy yo el que lo cuida sobreprotectoramente, estoy dando lo mejor para que nuestro hijo esté bien.

—¿Nuestro? — Rin le sonrio mordaz—. Te refieres a nuestro hijo, ¿o tuyo y de él?

El uchiha guardo silencio. De sus ropas sacó un folder y lo puso en la mesa; lo deslizó hasta ella.

—Quiero el divorcio, Rin. —El Alfa no titubeó.

Rin, aunque era una Beta, podía imponer tanto o más como una Alfa,la guerra la había hecho madurar y saber cómo actuar,pero obito eso no lo inmutó siempre supo hacerle frente a cualquiera. Eso fue lo que atrapó el corazón de Rin.

—Te enamoraste de kakashi. —Afirmó la mujer—. Vaya, y yo que creí que me amarías por el resto de tu vida, ¿no es eso lo que me prometiste? Te creí cuando me juraste amor eterno.

—Yo también lo creí. — obito bajo la mirada sintiendo de pronto culpable—. Las cosas cambiaron, rin. Ambos cometimos equivocaciones y conocimos el otro lado de la moneda.

—¿De verdad? — la Beta sonrio dolida—. Solo quería tener algo nuestro, algo tuyo.

—¿Pero a qué costo? —El uchiha la miró fijamente.

Rin negó mientras sonreía.

—Ese cachorro es mi hijo.

—No. — obito apretó los puños—. Es de kakashi y mío. —Aclaró con rudeza—. Kakashi no va a darte al bebé. Yo tampoco voy a permitirlo.

Rin tomo el folder y firmó los papeles. No rogaría, no discutiria. Ella aprendió hacer de las mujeres que callaban y actuaban.

—¿Su embarazo es delicado?

—¡Rin! — obito se levantó de golpe con su Sharingan activo.

—Yo no soy la villana, obito. —La Beta sonrio mientras miraba su firma en los papeles. Limpia y pulcra—. Jamás dañaría a uno de mis compañeros.

El Alfa percibió la falcedad en sus palabras.

Rin estaba dolida.