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Desde que Hyunjin introdujo a Felix en sus vidas se habían encontrado unas cuantas veces, a ese chico le gustaba mucho la fiesta y no dejaba a nadie atrás

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Desde que Hyunjin introdujo a Felix en sus vidas se habían encontrado unas cuantas veces, a ese chico le gustaba mucho la fiesta y no dejaba a nadie atrás. Minho tuvo que admitir que en el fondo le caía bien, cuando no se metía con él, claro está.

El tiempo pasaba de forma tranquila para el hyung. El acoso ya no le molestaba tanto, sus clases iban estupendamente y podía pasar mucho tiempo cuidando a sus perros.

Era la primera hora de la tarde y le tocaba la clase de los jóvenes avanzados. Aunque no debía decirlo, era con los que más se divertía.

―Ah, lo siento, lo siento, un niño se perdió en la calle y el pobre no sabía volver a su casa y tuve que...

―¡¡¡MENTIRA!!! ―gritaron todos sus alumnos.

―Veinte minutos tarde, hoy ha batido su récord hyung.

―Hehe... Bueno, bueno, chicos, recordad que los que estéis apuntados al torneo de este sábado debéis estar delante de la puerta a las ocho y media. ―El profesor echa un vistazo a todos y recalca ―de la mañana, no de la tarde, Jeongin.

―¡Esa vez no fue culpa mía! Seungmin me confundió.

―Te dije AM.

―Pero pensé que AM era por la tarde.

―Tenias que haber preguntado, idiota. ―resopló Seungmin.

―Bueno, bueno... dejadlo ya y vamos a empezar.

Continuaron la clase, esta semana tocaba repasar todas las técnicas aprendidas y entrenar el combate. Sus alumnos se pusieron por parejas y empezaron a luchar.

Al cabo de un minutos unos gritos de frustración le hicieron dirigirse hacia su alumno más alborotador, que se encontraba en el suelo atascado entre los brazos de su compañero. Desde que Seungmin había subido de nivel antes que él se encontraba más motivado y cabreado que de costumbre.

―¡Aaah! Sueltame ya maldita sea, ahora te vas a enterar.

―Jeongin, sabes que no se debe pelear en ese estado, tus movimientos furiosos y desordenados no son más que una ventaja para tu adversario. Canaliza tu enfado y relájate.

―Bien, lo haré.

―Muy bien, pero antes de seguir daos la mano, y Seungmin...

―¿Si?

―No seas tan duro con él.

―Me controlaré ―dijo Seungmin con una media sonrisa.

El profesor se alejó mientras observaba como a Jeongin le hirvió más la sangre con ese comentario, pero respiró hondo y supo calmarse. Eran chicos listos.

Al terminar la clase, una chica se encontraba en las gradas. Era Hyo-ri, la hermana mayor de una de sus alumnas, que a veces se pasaba a recogerla.

―Buenas tardes Hyo-ri, hacía tiempo que no venías por aquí.

Profesores #2 ; MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora