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―¡Profesor Lee! Llega tarde, para variar

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―¡Profesor Lee! Llega tarde, para variar. 

―Lo sé, lo sé, es que...

―Conmigo eso no funciona, debería saberlo. Por lo menos viene bien arreglado, debería ponerse traje más a menudo, está muy guapo. 

―Gracias, pero...

― ¡Dese prisa! Llevan un rato esperándolo. Me va a hacer quedar mal. 

―Ya voy, ya voy, no te preocupes tanto. 

La recepcionista empujó al profesor hasta la sala de reuniones, donde sus socios y otras tres personas se quedaron mirándolo fijamente. 

―Ya pensé que no vendría señor Lee. ―dijo la mujer, que era la jefa del equipo de márketing. 

―¿Cómo iba a perderme esto? ―respondió Minho con sarcasmo. 

―Hoy nos han traído una propuesta muy interesante, dicen que será el impulso que necesitamos para poder abrir en otros países. ―le dijo Changbin.

―¿Ah si? ¿Y de qué se trata? ―Minho hablaba con icredulidad.

―Ejem... Hemos pensado que lo del anuncio en la televisión era algo excesivo, como usted bien nos dijo, así que creemos que lo mejor es simplemente poner unos carteles por distintas ciudades. 

― ¿Unos carteles de qué? ―preguntó el profesor.

―En los gimnasios lo que prima es el culto al cuerpo, así que lo principal sería que saliera alguien bien entrenado. También es bueno que la persona que salga sea reconocida, pero no demasiado, para que sea lo más novedoso posible. 

―...

Minho los miró fijamente. Los de márketing temblaban. Se creó un silencio demasiado largo e incómodo. 

―Minho, queremos que seas el modelo de los carteles. ―dijo Hyunjin al fin. 

―No tengo por qué ser yo, tú o Changbin podéis hacerlo perfectamente. 

―No Minho, fue gracias a ti que nuestros gimnasios se hicieron famosos, si hacemos esto, ganaremos lo suficiente para empezar el negocio en el extranjero. Y tú tienen más carisma que nosotros dos juntos.

Minho suspiró.

―¿Y qué tendría que hacer?

Todos se miraron entre sí con una pizca de ilusión. 

―Habíamos pensado que podrías salir levantando unas pesas... ―dijo el hombre más joven del equipo. 

―Parece fácil, y... ¿qué llevaré puesto?

―Pues... unos pantalones.

―¿Y...?

―Y ya está.

Profesores #2 ; MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora