32. Incendio

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Coloco una gasa sobre la herida y luego me coloco los guantes de cuero sin dedos qué me había regalado Rosita.

Decidí no cortarme la mano, que pase lo que tenga que pasar.

Tomo unas pastillas y me las tomo, aún no tengo síntomas pero quizás esto evite un poco la fiebre.

Necesito estar un poco bien para esta noche y poder lograr ver la caída de Negan, solo necesito durar hasta media noche luego que me maten si quieren.

Salgo del baño, veo a Rocket acostado en la cama me acerco a él y me siento a su lado.

Valerie: Quiero que te portes muy bien con Rosita, qué no te hagas el difícil —le susurro —. No me extrañes mucho, ¿escuchaste?

Él se acerca más y lame mi mejilla, le doy un beso en la cabeza y acarició su pelaje.

Valerie: ¿Lo presientes, no es así? —murmuró —. Lamento tener que irme así, pero así es la vida. Nos llega cuando nos llega.

Miró a la puerta cuando la abren, es Jess, él se acerca más y se tira a la cama exhalando exageradamente.

Jess: Estoy cansada —voltea a verme —. ¿Cómo sigues del tobillo?

Valerie: Creo que lo force mucho, me duele un poco.

Jess: Eres una maldita terca, pero así te quiero —sonreí un poco —. Oye, ¿si podrás venir con nosotros?

Valerie: Eso ni lo dudes —digo segura —, aunque tengas qué cargarme iré y veré a ese maldito morir.

Jess: ¿Y yo porque tendría que cargarte?

Valerie: Porque eres mi mejor amigo y me quieres mucho —pellizco su nariz, él sonrie y aparta mi mano.

Jess: Maldita manipuladora —sonreí —. Val, tengo que hablar seriamente contigo.

Valerie: ¿Qué? - da una vuelta en la cama para poder sentarse frente mio.

Jess: Cuando esto termine me iré contigo —mordí mi mejilla —. Y no aceptaré un no por respuesta porque… te amo.

Suspire, baje la mirada sintiéndome triste porque no se podrá hacer ninguna de las dos cosas.

Jess: Yo… sé que solo me miras como un amigo, pero si lo intentamos…

Valerie: No hay nada que intentar.

Jess: Ahora lo ves así, pero podemos intentarlo y verás como te haré feliz —negué —. Si solo…

Valerie: Me mordieron, Jess —levanto la mirada para verlo.

Jess: ¿Qué?

Me quito el guante y apartó la gasa dejando ver la mordida en mi mano, él toma con delicadeza mi mano.

Sus ojos se llenan de lágrimas y solo me hace sentir peor.

Jess: Podemos cortarte la mano —negué —. Hay una solución, debemos ser rápidos y…

Valerie: No quiero cortarla —me mira —. Y ya paso una hora, la infección esta en todo mi cuerpo es solo cuestión de tiempo.

Jess: ¿Por qué no la cortaste? —con mi otra mano seco sus lágrimas —. Val, ¿por qué…?

Valerie: Creo que me rendí —me encogí de hombros.

Coloco de nuevo la gasa y coloco el guante, Jess intenta contener el llanto, pero no lo logra así que lo abrazo.

Jess: No quiero perderte —acarició su cabello —. Val, ¿cómo ocurrió esto?

Valerie: Ya no importa —susurro —. Solo sucedió y punto, nada importa ahora.

𝙘𝙝𝙞𝙘𝙖 𝙧𝙪𝙙𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora