«Mi padre no creo a una princesa que deba ser rescatada, sino a una soldado qué rescata»
Espero que les guste
Perdón por las faltas de ortografía
La historia es totalmente mía
Llevamos un mes en el nuevo proyecto en el que Rick tiene tanta ilusión, el puente qué conectará todas las comunidades.
Maggie acepto ser quien envié más comida para todos aquí, a cambio de que los Salvadores hagan la mayor parte de la mano de obra y así lo hacen.
Carl me convenció de venir y ayudar.
Es incómodo estar entre todos estos salvadores porque todos saben lo que hice, algunos me miran con miedo y otros con odio… Lo cual no me interesa.
Salgo de la casa de acampar terminando de arreglar mi cinturón, me acerco a Carl y me siento a su lado.
Carl: Toma —me entrega una taza con café.
Valerie: Gracias.
Vemos algunos salvadores pasar frente nuestro, empiezan a murmurar cosas así que levante la mirada y se callaron.
Huyeron rápido.
Carl: No te preocupes, en algún momento ellos…
Valerie: No van a olvidarlo —lo miro —. Y no me importa lo que hagan, no me interesa si me miran mal.
Carl: ¿Segura que estas bien?
Valerie: Lo estoy —le doy un beso en la mejilla.
Rick: Buenos días —volteamos a verlo.
Carl: Buenos días, papá —solo respondi con un asentamiento con la cabeza.
Él se alejo con Eugene, bajo la mirada cuando Carl me toma de la mano.
Carl: ¿Por qué ya nunca te quitas los guantes? —me encogí de hombros.
Valerie: Porque me gusta más así —tomo el café y me levanto —. Vamos, debemos de avanzar con la construcción.
No parece muy convencido con mi respuesta, pero la forma en la que me mira sé que no intentará sacarme más información porque sería inútil.
Toma mi mano y lo ayudo a levantarse, ambos caminamos hacia los demás para ayudar.
Aprieto los labios cuando un salvador me empuja el hombro, volteo a verlo molesta.
Valerie: Imbécil de mierda —hablo claro para que me escuche.
Carl: Oye, tranquila —aprieto los puños.
Intento cambiar, de verdad que lo hago, pero no puedo olvidar. Sé que Carl quiere que vuelva a ser la misma, pero no lo puedo lograr aunque lo intente.
Solo debo de fingir qué todo está bien, aunque hay algunas veces que no puedo esconder el odio que siento a los Salvadores.
Ellos tarde o temprano morirán, y espero que sea temprano.
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Ayudo a Aaron y Daryl con una tabla de madera para colocarla en el suelo del puente.
Aaron: Entonces… —nos arrodillados para poder clavar los tornillos — fui a verla, después de la siesta.
