𝙘𝙝𝙞𝙘𝙖 𝙧𝙪𝙙𝙖

33. Vacía

Apreté los ojos intentando abrirlos, ¿ya estoy muerta? ¿Estoy en el infierno o el cielo? Aunque no creo mucho en esas mierdas.

Rosita: Val… —¿Qué?

Poco a poco abro los ojos, primero empiezo a ver todo borroso y las luces me fastidian.

Rick: Esta despertando —volteo a ver a mi izquierda.

Valerie: ¿Estoy muerta? —se escuchan varios suspiros aliviados.

Rosita: No, no lo estas —volteo a verla —. Te desmayaste.

¿Cómo qué no estoy muerta? Se supone que debería de estar muerta.

Observó a todos, frunci el ceño al ver que ya ni estamos en Alexandria.

Valerie: ¿Dónde estamos?

Rosita: En Hilltop —acaricia mi cabello —. La gente del Reino también están aquí.

Todos los recuerdos de anoche llegan como agua fría a mi mente, dejo de verlos para pasar mis manos por mi rostro y suspirar frustrada.

Valerie: Jess esta muerto —digo aun con mis manos cubriendo mi rostro.

Rosita: Lo sabemos —maldita sea.

Me siento sobre la cama para poder levantarme.

Rick: No, Val, aún tienes que descansar.

Valerie: Lo haré cuando esto acabe —me levanto de la cama, me quejo de dolor por mi tobillo.

Daryl: Te sobre exigiste usando el tobillo y lo tienes más hinchado.

Valerie: Hurra por mi tobillo —camino hacia la salida.

Carl: Sabemos que te duele la pérdida de Jess, pero… —salgo de la enfermería.

Veo todo el lugar lleno de casas de acampar, autos y de mucha gente, suspiró.

Camino hacia la mansión, debo de comprobar que si me morideorn o fue solo mi imaginación.

Entro ignorando a los demás, entre al primer baño y cierro la puerta con seguro.

Me quito el guante y veo la gasa llena de sangre, me la quito y ahí esta la mordida.

Entonces, ¿por qué no me siento mal? ¿Por qué no me he transformado aún?

Valerie: No estoy entendiendo nada —paso mi mano sin mordida por mi cabello.

¿Soy inmune?

Escucho golpes en la puerta, me coloco la gasa y me vuelvo a colocar el guante. Abro la puerta y salgo del baño, es Maggie.

Maggie: Me dijeron que te vieron venir hacia aquí, ¿estas bien? —asentí —. Lamento lo de tu amigo.

Valerie: Esta bien… no importa —susurro —. Debemos enfocarnos en otra cosa, no en eso.

Ella me abraza, le correspondo el abrazo porque no quiero herir ni enojar a una mujer embarazada.

Maggie: Esta bien si quieres llorar, no te guardes todo.

Valerie: De acuerdo —me alejo de ella —. Pero estoy bien, lo prometo.

Ella me sonrie, pero en sus ojos veo lastima y es lo que más detesto.

Me alejo para poder estar a solas.