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Minho se encontraba a escasos pasos del omega, lo miraba entre preocupado y confundido. 

¿Que era tan divertido?

Acaban de decir en televisión nacional que había muerto, mientras el senador Kim lloraba desconsoladamente por la supuesta pérdida y…

¿Por qué demonios aquel señor lo había llamado “prometido”? 

El Omega se seguía deshaciendo en risas secas bajo la mirada preocupada de los presentes.

—¿Prometido? — habló por primera vez Omega con tono sarcástico repitiendo las palabras de Kim con sorna.

¿Cómo se atrevía aquel hijo de perra a llamarlo de esa forma? 

Jisung al principio estaba atónito por la noticia y como habían encontrado su supuesto cuerpo a las orillas del río.

Se aterrorizó por unos momentos al ser visto en la televisión y que ahora todo el mundo lo conociera, aunque…

Se supone que ahora está “muerto”. Nadie puede reconocer a los muertos.

Haejun había muerto. 

El rubio que provenía de una familia sencilla, padres que eran dueños de un restaurante coreano, de personalidad frágil y sumisa, estaba muerto. 

Esa vida falsa que cargó desde que nació había desaparecido.

¿A esto se referían sus padres en darle la oportunidad de decidir qué vida elegir? 

Vivir tranquilamente una vida común y corriente como Haejun.

O como él mismo, siendo simplemente Jisung.

Sin duda, sus padres habían cubierto todos los escenarios posibles. No se les escapó ningún detalle.

Después de tanto tiempo, por fin pudo sentir como una piedra se caía del gran costal que cargaba consigo desde ese día. 

Y un pequeño alivio se instauró en su adolorido corazón.

Pero cuando vio como el infeliz de Taehyung lloraba ante la cámara no pudo evitar encontrarlo gracioso y absurdo a la vez. 

Parecía protagonista de alguna clase de comedia barata, donde sobre exageran todo para que sea más “divertido”.

Las lagrimas falsas fueron el remate de ese chiste mal contado, parecían dos charcos atorados en sus ojos que no podía sacar, se veía ridículo.

Todo en aquel hombre se veía tan falso, hasta el punto de ser absurdo, desde sus lágrimas, la historia que se inventó del accidente para tratar de encubrirlo, hasta la sarta de mentiras que ladraba.

—¿Qué mierda acaba de decir? — pregunto aun entre risas que habían escalado a ser histéricas.

Realmente quería matarlo. Tenerlo de rodillas mientras le rogaba piedad, hacerlo sufrir tanto que sea el mismo Taehyung que le pida matarlo. 

Lo deseaba con ansias.

¿Se había vuelto loco por desear aquello? la respuesta es clara.

No, aun siendo “Haejun” lo hubiera deseado.

Pero ahora el tal Haejun estaba muerto y Taehyung pensaba eso. No sabia de quien era el cuerpo, pero al parecer alguien lo reconoció y aseguraba que era el.

Dicen que cuando una puerta se cierra una ventana se abre, ¿acaso esta era una ventana abierta para Jisung? 

Sin duda lo era y no iba a desaprovechar la oportunidad que la vida le estaba dando en bandeja de plata. 

WATERFALLS [Minsung] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora