14

152 13 4
                                    




El sol entraba resplandeciente a través del ventanal, era un hermoso día templado donde se podía apreciar el cielo de un color azul intenso ser adornado por suaves nubes blancas que simulaban algodones de azúcar.

El viento soplaba como una pequeña brisa ocasionando que las cortinas blancas con adornos de animalitos se mecieran ante el empuje.

La habitacion adornada de un lindo amarillo pastel tenia una mecedora de madera justo a lado del ventanal, estaba colocada a proposito en ese lugar para que el omega disfrutara de la linda vista que la montaña podia darle.

Su pesado cuerpo se mecía con suavidad en dicha silla con suavidad, procuraba no despertar al pequeño bebé que tenía en brazos ya que le había costado mucho trabajo hacerlo dormir.

Lo miró fijamente un largo rato, era tan lindo, pequeño y frágil. Olía a una mezcla de leche, manzana y canela, los aromas de sus papis. A simple vista se podía distinguir que era igual a su padre alfa, tal vez dentro de un par de años descubran si también lo es.

Pasó el torso de su dedo sobre la blanca piel de la mejilla ajena, no podía creer que fuera real y que él mismo hubiera podido darlo a luz. Sin duda fue un regalo del cielo su pequeño angelito.

—Jisung — susurró la voz conocida de Minho.

El mencionado se volteó a verlo de inmediato, cuando sus ojos se encontraron no pudieron evitar sonreír con amor, Minho le dedicaba esos mismos ojos oscuros llenos de amor y brillo como siempre lo han hecho. Mientras que Jisung le correspondía todo aquello que podía sentir.

El alfa camino hasta donde se encontraba el omega y dejo un beso en la frente de cada uno antes de ver al bebé y cargarlo en brazos con sumo amor y cuidado. Se reincorporo delante del omega y arrullo al pequeño ser en brazos a la par que mecía su cuerpo.

Jisung al tener las manos libres, instintivamente llevo una a su vientre abultado mientras que con la otra se apoyó en el reposabrazos de la silla para ponerse de pie, Minho intento a ayudarlo pero no hizo falta, el omega ya tenía experiencia y sabía hacerlo solo.

El bajo apuntó con la mirada a la cuna que había en una orilla de la habitación y Minho entendió de inmediato. Con pasos lentos y largos se encaminó hasta la pequeña cama y depositó ahí al bebé en un movimiento ágil.

Jisung se acercó y Minho lo abrazó por la cintura y juntos apreciaron con una sonrisa como su bebe dormía.

—¿Qué tal el trabajo? — pregunto en un susurro.

Minho se giró frente a frente. —Bien, nada nuevo. — Dejó un tierno beso en los labios. —¿Has tenido antojo de algo más?

Jisung nego. —Tus hijos son poco exigentes, solo piden a su papá cuando saben que no está.

Minho sonrió y se separó para inclinarse un poco y llegar a la altura del vientre de su omega.

—Hijos, no sean tan duros con su papi — fingió un tono de regaño. — Cuando nazcan les prometo estar con ustedes todo el tiempo que quieran.

Jisung sonrió en grande y negó con la cabeza. —Esperemos que cumplas.




Jisung se levantó más rápido de lo que despertó, se sentó de golpe en la cama como si hubiera recibido una descarga eléctrica y casi de inmediato se puso de pie.

Obviamente Minho despertó a causa del movimiento abrupto en la cama, pero principalmente por la enorme perturbación que sintió en el pecho al ver a Jisung correr en dirección al baño.

WATERFALLS [Minsung] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora