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En esa “romántica” noche comenzó oficialmente el cortejo que todo el mundo estaba esperando. Después de que Minho terminó con Park Hyungsik, lo amarraron a una columna que había por ahí y llamaron a un oficial de policía que era un poco famoso en el medio de la mafia y podía encargarse adecuadamente de él.


Sabian que la mejor tortura que recibiria el beta seria en la carcel, pues con el paso de los años y sus multiples estafas a medio mundo, se gano demasiados enemigos dentro y fuera las rejas.


El dinero le hubiera sido de ayuda, de no ser porque se quedó sin un centavo después del atraco. Ahora, no tenía nada ni nadie que lo ayudara, pues sus últimos dos ayudantes lo traicionaron. 


Cuando Minho se contactó con ellos pidiéndoles a Park Hyungsik a cambio de quince lingotes de oro, estos no dudaron ni un segundo en venderlo y entregarlo en charola de plata a Minho para que este se lo obsequiara a su hermoso Omega.


Que ahora mismo se encontraba devorando un enorme plato de costillas, lo habían dejado pasar demasiada hambre, tanto que casi se come el brazo de Bangchan de regreso a casa.


Quien diría que hasta hace un par de horas torturó a un hombre arrancándo le todos los dientes y después disfruto ver como su -ahora novio- le cortaba los dedos con unas pinzas.


Minho lo observaba comer entretenido, cuando veía que el plato de Jisung estaba a punto de quedar vacío le servía un poco más de comida para que continuara comiendo sin interrupciones.


Un Alfa alimentando a su Omega.


Ellos siguieron en su burbujita mientras que el resto de la mesa comía con tranquilidad lo que Minho trajó para que cenaran todos, en modo de celebración.


Felix comía lentamente hasta que miró el plato de Changbin a su lado y frunció el ceño. —¿No te gusta el puré de papá? 


Changbin negó mirando su plato, ya había terminado casi por completo pero dejó el puré intacto. —No, nunca me gustó — respondió con media sonrisa y miró de reojo el plato del rubio. —¿A tí no te gusta la ensalada?


Felix negó con su cabeza, miró el plato del Alfa nuevamente y noto que si había comido la ensalada a diferencia de él.


Ambos miraron su propio plato, después el del contrario y por último encontraron sus miradas. Felix sonrió tímidamente intercalando la vista entre el Alfa y el delicioso puré de papa abandonado.


Changbin le devolvió la sonrisa leyendo lo que sus miradas daban a entender. Pasó de su plato al otro, el puré con la cuchara, sin esperar nada más, Felix repitió su acción pero con la ensalada que había en el suyo. Un intercambio justo.


—Gracias — dijeron al unísono.


Ambos regresaron la vista a su plato avergonzados, en especial Changbin que estaba rojo como un tomate. 


Una vez todos terminaron de comer, Jisung se puso de pie en su lugar para dar un anuncio, todas las miradas se posaron en él.


—Me alegra saber que todos están bien y el plan salió acorde a lo previsto. Esto fue producto del trabajo en equipo y nos merecemos un aplauso.


Todos sonrieron felices y una ronda de aplausos se hizo presente.


—Ahora… —Tomó la mano de Minho y la levantó al aire para que lo notaran. —Este Alfa que ven aquí, es mi pareja. —Todos asintieron sin inmutarse demasiado. —Ya se habrán dado cuenta por lo que pasó la otra noche, supongo que ya terminaron de digerirlo por sus reacciones — finalizó con una sonrisa.


WATERFALLS [Minsung] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora