Capitulo 16

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Domi Russo

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Domi Russo

El arrepentimiento es el sentimiento más horrible que un ser humano puede sentir, especialmente cuando se supone que es el privilegio más afortunado de la vida, incluso ahora mismo no se si me siento feliz al estar sentada sobre Ran besando sus labios lentamente, me toca el cuerpo como si me marcara. 

Al final y al cabo cada quien comete errores que les gusta, seguramente me arrepienta de esto o incluso puede ser que lo disfrute como el pecado más delicioso de mi vida, pero algo en mí no se siente bien. 

— No puedo hacer esto Ran — me alejo de él y lo nota, sabe perfectamente que entre los dos siempre he sido la más débil. 

Cuando intento levantarme me detiene, aún estamos sobre la cama y en serio si termino entre sus sabanas no podré detenerme y Axel no se merece eso. 

— Sabes perfectamente que soy una persona que no me importa nada — su mano sube a mi mejilla — Cuando quiero algo no me importa quien sea lastimado en el proceso, y en este instante te quiero a ti. 

— Ran — Susurro su nombre cuando acerca sus labios a los míos. 

Después de todo siempre será por quien caeré incluso si volviera a rencarnar, ¿podría no sentirme mal? le sigo el beso dejando de lado el pensamiento que esto no está bien. 

Nos gira dejando que mi cuerpo repose en la cama grande, los besos se expanden en mi rostro, es como si quisiera que no me sintiera mal o incluso que deje de pensar en el tonto de mi prometido. 

Ya he caído aquí y no sé cómo salir, es un infierno estar con él y aun así deseo ser quemada hasta el punto de consumirme, hasta que mis huesos se desaparezcan y no sea nada más que volvo de la tierra. 

La ropa no es impedimento para que se detenga, ágilmente mis prendas son quitadas de mi cuerpo como las suyas, ver la mitad de su cuerpo me recuerda a la primera vez que estuve en esta situación con él, en ese momento solo éramos dos, él y yo. 

— ¿Porque el tatuaje se ve mucho más atractivo ahora? — le pregunto, cosa que hace que sonría. 

No sé qué estoy haciendo, pero al menos debo disfrutar este recuerdo, incluso si mañana esto me condene a la muerte, moriría feliz. 

— No lo sé, quizá siempre ha sido atractivo a tu vista — no quiero ni mirar más abajo de su cadera. 

Sus manos se colocan en mi cintura, los nervios me invaden como si fuera la primera vez, observo cada movimiento incluso el menos previsto, sus besos bajan a mi vientre y lentamente a mi intimidad, la espalda se me arquea cuando su lengua se abre paso por mis pliegues. 

El jadeo que suelto hace que cierre los ojos disfrutando esto, sintiéndome tocada por primera vez de la manera menos inexplicable, sintiéndome hundida en el placer que empieza a quemarme el cuerpo como un infierno. 

— Siempre imaginaba tenerte de nuevo así — sube a mi rostro, abro las piernas sintiendo como su polla roza mi sexo húmedo. — Incluso ahora que te tengo así quiero hacerte miles de cosas. 

— Deja de hablar — me desconcentro en lo que no quiero sentir. 

— Domi, mi hermosa Russo — Siento sus dedos abriéndome más, empieza a introducirse en mi interior tan lentamente. 

Tan tortuosamente lento que pierdo la maldita razón y conocimiento, una de sus manos la coloca en mi cintura para seguir hundiéndose en mí, la otra la utiliza para apoyar su cabeza y mirarme como si eso le diera placer. 

— Te vez preciosa tratando de tragarte toda mi polla — me muerdo el labio inferior para no gemir, me da vergüenza. — Deja que te escuche, siempre me ha encantado ver lo débil que eres en esta situación. 

—Te voy a golpear imbécil — suelta una risa escondiendo su rostro en mi cuello. 

— Te enojas tan rápido — me da una estocada fuerte, lo siento completamente en mi interior — Deja que te escuche, deja que lo disfrute, deja que sienta que es ser tu amante. 

No puedo contener nada de mis sonidos cuando empieza a moverse lento y fuerte, siento que a este ritmo toco el cielo, me sostiene fuerte de la cintura mientras arremata sus estocadas profundas. 

— Eres un maldito — su mano libre va a mi cabello para jalarlo, busca mis labios y aprovecha para empezar un beso intenso. 

Uno que siento que me arranca el aire, me empaño en agarrar su labio inferior entre mis dientes, cuando lo tengo lo muerdo con fuerza, me sonríe mientras me jala el cabello para que le da más acceso a introducir su lengua mormosa en mi boca, el sabor a metal se mezcla con mi saliva. 

Sigue moviéndose sin perder el ritmo, eso es algo que me gusta y lo sabe, nunca pierde el equilibrio cuando me besa ni mucho menos cuando trato de atacarlo o morderlo, cosa que no puedo hacer con Axel. 

— Eres mía — se separa, sus labios están llenos de sangre — Completamente mía, aunque quieras desaparecer de mi vista siempre te encontrare 

Me embiste, su mano viaja a mi cuello para apretarlo un poco, no despega su rostro del mío ni mucho menos su mirada posesiva, se relame los labios de una forma tan complaciente. 

— Recuérdalo muy bien, eres mi mujer, incluso estando con ese tonto tú eres mías — empieza a besarme el cuello — Eres mi maldita debilidad y eso te hace mucho más peligrosa que yo, úsame como quieras, trátame como desees y quédate conmigo. 

—Ran — el éxtasis me ha consumido hasta la última neurona buena que tengo 

— Eres mi reina. 

Lo último me hace sonreír con orgullo, claro que soy su reina toda la vida lo he sido y aunque ambos no terminamos en los mejores termino lo sabe, yo lo sé perfectamente y eso es todo para nosotros, para él mundo y para quienes aún no lo saben. 

2) Irresistible Tentación | Ran Haitani (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora