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TAZ
Anoche después de haber cenado en una reserva que por suerte obtuvimos en un restaurante cada quién se había ido a su habitación, Hannah propuso que pasará la noche en su habitación pero necesitaba concentración para el día de mañana, quizás solo será mañana y después me iré al carajo, hoy humillaron parte del concentrado que tenían mis cafés pero eso no volverá a ocurrir el día de mañana. Ese estúpido Evan se tragara sus estúpidas palabras.
Cierro mis ojos y por más pensamientos que tuviera en mente logro quedarme profundamente dormido, no pasa mucho cuando la maldita alarma del teléfono empieza a sonar.
— Buenos días Tarek, ve a ducharte mientras yo me visto — Alzó la mirada encontrándome con un Dalton completamente duchado. Bostezo y me levantó yendo directamente hacia el baño.
Las gotas de agua tibia recorrían los músculos de mi cuerpo, me sentía mareado, tenía náuseas e incluso una vez más el estúpido ritmo cardíaco podía sentirlo lento. No le diría nada de esto a Dalton o de lo contrario ni siquiera me dejará salir de esta habitación, ya saben cómo ha sido su actitud de hermano sobreprotector. En cuanto termino de darme una ducha de aproximadamente diez minutos, salgo e intentando actuar normal, camino hacia mi equipaje sacando una playera de tirantes negra junto a una chaqueta de cuero y unos jeans de color azul medio. Terminó poniéndome una botas de color negro y listo, estábamos preparados para humillar a todos los de esa academia.
Salimos del hotel y en cuanto agarramos un taxi, subimos indicándole la dirección. Miro detenidamente a Dalton y observó que en sus ojos había un tipo de coraje, espero que no intenté hacer algo. Intento tomar aire respirando por la boca pero empezaba a ser inútil, necesitaba aire fresco, necesitaba más estúpidas medicinas que deje de tomar.
— ¿Estás bien, Taz? — Me mira fijamente con el ceño ligeramente fruncido Dalton.
— Sí — Suspiró agarrándome ligeramente el pecho, el taxi se detiene, bajamos y en cuanto le pago empezamos a caminar hacia la entrada de la academia.
Me detengo agarrando una de las paredes que se encontraban a un costado de las puertas de la entrada, una mueca aparece sobre mis labios y solo me percató de la reacción que estaba teniendo Dalton ante esto.
— Sabía que te sentías mal. ¿Qué hago?, no puedo quedarme de brazos cruzados mientras observó como sufres
— Estoy bien, solo necesito recuperar la respiración por unos segundos. Es la única opción que tenemos hasta ahora ya que por nada dejaría que me dieras respiración de boca a boca — Río levemente mientras aún presionaba mi pecho.
— Sí es necesario lo haré. Deberías pensar en ese transplante, una eutanasia definitivamente no es una salida fácil si es lo que piensas — Hace una mueca.
— Lo es, andando — Con dificultad empiezo a caminar hacia la entrada para así dirigirme hacia las áreas de preparación, cerremosles la boca a todos. En cuanto nos dirigimos hacia el área de preparación correspondiente, agarró una de las botellas de agua y la bebo toda logrando una mejoría en mi respiración.