XIX | Vine para quedarme

219 20 7
                                    

TAZ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

TAZ

Hannah me miraba fijamente en espera de alguna respuesta pero yo seguía intentando creer lo que acababa de decir, no era posible, no tenía hermanos, no tenía a nadie más, mis padres jamás lo mencionaron y si hubiera sido verdad se que mi abuelo me lo hubiera contado.

Aprieto la mano de Hannah y deposito un pequeño beso sobre su mano, lo que hizo fue un caos e incluso fue horrible pero al final solo fue una marioneta manipulada para que hiciera lo que le ordenaban.

— Taz, debo irme. Sé que Dalton vendrá y me buscará por todos lados, ahora me siento mucho mejor después de habértelo contado todo, espero que nos volvamos a encontrar antes de que te vayas — Me mira tristemente mientras esbozaba una sonrisa.

— No te vayas, ven conmigo a Inglaterra. Necesito que estés conmigo para revivir lo que nos arrebataron, solo serán unos días y después podrás irte a dónde quieras, encondete detrás del sofá de la esquina, se escuchan pasos y no quiero que ese tipo te haga daño, anda — Le señaló con la mirada el sofá y ella sin pensarlo dos veces se oculta.

— Hola Taz, tenía días que no te veía por aquí, ¿cómo te sientes? — Me mira detenidamente mi doctor de rutina al que solía visitar la mayoría de días —. Tuviste un infarto miocardio, fue un alivio que despertarás — Sonríe.

— Claro, ojalá haber despertado no hubiera sido una opción — Suspiró —. Sabes, he pensado seriamente en una eutanasia, no me interesa el costo solo quiero dejar de vivir está miserable vida

— Taz... sabes que hay múltiples opciones, ambos sabemos que el tratamiento no funcionó por tus irresponsabilidades pero un transplante no ha dejado de ser una opción, piénsalo — Me mira fijamente con la misma expresión de siempre.

— No quiero tomar una vida prestada, si no es mía no tiene caso a seguir en este mundo. Tiempo atrás todo era perfecto, pero lo perdí todo, mi vida, mi cafetería, todo — Suspiro —. ¿Me dirás cuando se podrá hacer?, sí te niegas igual buscaré otra clínica

— Está bien Taz, se hará lo que órdenes. En cuanto los gastos estén completamente pagados, iniciaremos con esto — Se acomoda la bata que adornaba su cuerpo —. Si estás de acuerdo podemos hacerte la eutanasia en tres días, espero que tus padres se opongan a esto

— Se pudriran en el infierno sí es que se oponen, nunca han tenido el papel de ser buenos padres — Hago una mueca —. Dame una semana, completaré mi última meta y después mátame — Río levemente.

— Bien. — Suspira —. Mañana por la mañana podrás irte, tu madre completo los gastos así que solo preocúpate por irte firme — Me mira por última vez y sale por la puerta.

— Tú... — Susurra Hannah saliendo de su escondite para acercarse a mí —. No puedes morir, no puedes pedir algo como eso, te necesito aquí, necesito que cuides de mí, no hagas estupideces Taz — Se suelta a llorar corriendo hacia mí.

El café de Hannah | Taz Skylar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora