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TAZ
En cuanto despierto siento los rayos del sol quemarme la espalda ya que estaba dormido boca abajo sobre la cama. Me volteó y noto una gran sonrisa en el rostro de Hannah, se acerca a mí para besarme mientras yo correspondía a su beso, las manos de Hannah bajaban por mi pecho acariciandolo por encima de la playera qué aún usaba.
Empieza a bajar sus labios por mi barbilla y de golpe se separa de mí, observó la manera en que se levanta mientras su ceño estaba completamente fruncido.
— ¿Sucedió algo? — Alzó una ceja levantandome de la cama.
— Traes una puta marca en el cuello, ni siquiera sé cómo reaccionar a eso. Ahora tengo mi respuesta del lugar donde estabas ayer, ¿quién es ella?
— ¿Perdón? — Me acerco a ella intentando hacer que se tranquilizara un poco.
— Una marca y traes el labio mordido, mínimo dile a esa gata que sea decente para evitar que descubriera sus manías — Suspira —. Sigue tu rumbo y yo seguiré el mío Taz, al final terminaste siendo igual que Dalton
— Se te olvida que tú hiciste algo similar o incluso algo mucho peor — Desvío la mirada —. Iré a acomodar mi equipaje, preparate porqué nuestro vuelo sale dentro de poco — Agarró mis botas que estaban en el suelo para salir de la habitación. Si tan solo supiera que fue con Evan con quién surgió este supuesto engaño, menos mal fue ella quien terminó con esto.
Entro a la habitación de Dalton y mía caminando hacía mi ropa esparcida sobre el suelo, Lauren ya estaba sentada sobre mi cama sonriendo ampliamente mientras me miraba, ignorandola metía la ropa acomodada sobre la maleta.
— Te propongo un trato Taz — Sonríe relamiendo sus labios mientras se agacha un poco para estar a mi altura.
— ¿Dónde está Dalton? — Suelto de la nada.
— Te diré mi propuesta, hagamos un trío, tú, el chico con el que te encontramos besandote y yo, ¿qué dices? — Agarra una de mis manos para acariciarla suavemente.
Mi expresión era de enojo, ¿que pretendía Lauren?, con esto ya sobrepasó los límites.
— Estás loca, ve por tu equipaje ya que después de desayunar nos iremos al aeropuerto — Suspiró.
— Solo piénsalo Taz... — Susurra besando ligeramente mi mejilla.
Mirándola enojado ella sale de la habitación sonriente. Termino de empacar y dejando el equipaje en la entrada de la habitación salgo de esta para que fuéramos a comer algo, al punto de las doce saldría el vuelo así que teníamos dos horas para irnos, optamos por desayunar en el restaurante del hotel para no perder tiempo. Todos estábamos silenciosos a diferencia de mí, yo estaba comiendo como si nada hubiera pasado, tuve la mejor de la noches que por un drama de Hannah no olvidaré.
