— ¡Valeria, Valeria! — Se escuchaba que llamaban a la latina mientras tratábamos de entrar al restaurante — ¡Valeria!, ¿Por qué volviste a la franquicia? — Creo que me volvería ciega.
— Vale, me volveré ciega — Dije en su oído y ella rio leve besando suavemente mi mandíbula y eso hizo que más flashes alumbraran y ella fuera llamada nuevamente.
— ¿Es tu pareja? — Se escucho por último antes de que la puerta de cristal se cerrara al nosotras entrar al restaurante.
Abrí mis ojos ligeramente al ver el grupo de modelos esparcidas por el pequeño restaurante. El cual fue alquilado para que las chicas no fueran molestadas. Valeria soltó su agarre en mi mano y camino a un grupo de chicas soltando un pequeño grito al verlas y abrazando a cada una de ellas, mientras yo miraba el lugar algo incomoda porque no sabía que carajos hacer. Pude ver como algunas personas me miraban atentamente.
— ¿Perdida? — Escuche una voz gruesa a mi lado y mire a mi derecha viendo un rubio vestido de forma casual un poco más alto que yo, ya que llevaba tacones — Max — Estrecho su mano y la mire por unos segundos antes de agarrarla con la mía dándole un leve apretón.
— Yuri — Respondí breve y el asintió.
— Lo sé, he visto tus peleas y déjame decirte que eres increíblemente buena en lo que haces — Y reí llevando un poco mi cabeza hacia atrás al escucharlo — No me imagine que te gustaran estas reuniones, ¿Gustas de una bebida? — Asentí y lo seguí hasta la barra.
— Whisky, con dos de hielo por favor — El barman asintió y en menos de quince segundos ya tenía mi bebida frente a mi — Tu no te ves de estos eventos — Dije evitando contestar su pregunta.
— Digamos que le hago un favor a una prima siendo su cita, ya que ella no quería venir sola — Asentí comprendiendo.
Digamos que gracias a Max el tiempo corrió algo rápido ya que nos la pasamos hablando de todo, más de deportes siendo especifica en boxeo y luego de unos minutos dos chicos más se nos unieron, los cuales venían por las mismas razones que nosotros, yo me encontraba en el taburete sentada y ellos tres frente a mí. Y seguimos hablando, ya iba por mi tercer vaso de whisky cuando estaba riendo con mi mirada al piso agarrando el puente de mi nariz mientras reía, sentía las lágrimas formarse en mis ojos por la risa.
— ¡Enserio!, fue como que... Wow — No podía dejar de reír al igual que los chicos mientras Max hablaba — Nunca en mi vida había sentido tanta vergüenza ajena — Enserio este chico me mataba de la risa. Estábamos riendo de su pequeño relato de vergüenza ajena cuando iba en un bus con su amigo y este le pregunto a una señora si estaba embarazada a lo que la señora le contesta con una mirada matadora y un ''¿Perdón?'' — Solo pude bajar mi cabeza y poner mi mano en mi frente murmurando un Oh por Dios... — Alargo su mano para posarla en mi hombro, hace unos momentos iba hacer lo mismo, pero no lo dejaba. Antes de que pudiera, una mano se posó en mi hombro antes que la de él.
Mire a los chicos y ellos miraban sorprendidos detrás de mí y Max tenía su ceño levemente fruncido. Bajé mi mirada a la mano y me encontré con una delicada y fina mano, color canela y sus dedos adornados por varios anillos e inmediatamente cerré los ojos, Valeria no es estúpida, sabía que había visto el movimiento que había tratado el rubio frente a mí. Voltee mi mirada levantando un poco mi cabeza para mirarla mejor, ya que yo aún estaba sentada y ella tenía una sonrisa dulce pero sensual al mismo tiempo sin enseñar sus dientes. Me levante y ella vino a mi lado.
Dos de los chicos, los cuales se llamaban Mike y Esteban, miraban a Valeria como si fuera una maravilla o como si no pudieran creerse quien estaba frente a ellos.
— Chicos, ella es Valeria Ramírez, mi novia. Vale, ellos Mike, Esteban y Max — Señale a cada uno y ella estrecho su mano con estos dándoles una sonrisa sin mostrar sus dientes — Por ella estoy aquí — Mike me miro y señalo discretamente con su dedo índice a Valeria y luego subió su pulgar y le guiñe un ojo.