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— ¿Valeria? — Levante la vista de aquel libro y fruncí levemente el ceño al ver la cara pálida y de preocupación que tenía Sofía — Teléfono —Había pasado un buen tiempo desde la última vez que hable con Yuri pero no me preocupe por que no es que vivíamos tan cerca, además que primero iba a comprar algo cerca para volver por su auto.

— ¿Sí? — Fruncí más el ceño al escuchar como sorbían por la nariz — ¿Hola? — Volví a repetir.

— Valeria — La voz de Samilu sonaba ronca, apagada, temblorosa. Como si estuviera llorando por horas.

— Sami, ¿Estas bien?, ¿Qué pasa? — Y fue en aquel momento que mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente. Como tenía este presentimiento de que lo que vendría después por la boca de la castaña no me iba a gustar para nada.

— Yu-Yuri, Yuri está en el hospital Valeria. Sofía te dirá todo, de-debo dejarte. Por favor, ven — Y con eso la llamada fue cerrada.

No me di cuenta cuando las lágrimas empezaron a bajar por mi cara ni cuando había agarrado mi chaqueta y salido por aquella puerta, escuchando a Sofía llamar mi nombre pero la escuchaba tanto en la lejanía que me era difícil concentrarme en otra cosa que la frase de Samilu 'Yuri está en el hospital Valeria' Eso era lo único que retumbaba en mi mente una y otra vez.

Mis manos temblaban cuando trataba de entrar aquella llave en el auto y sentí una mano en mi hombro haciendo que brincara por el susto.

— Déjame a mi Vale — Asentí haciéndome a un lado y dejé a Sofía encargarse. Mientras yo estaba en estado de shock pero las lágrimas no se detenían.

En menos de lo esperado estaba frente al hospital y no espere a que mi amiga aparcara salí dispara al área de emergencias, la cual estaba algo vacía pero pude diferenciar a Samilu en unos asientos con las manos cubriendo su cara mientras su cuerpo temblaba levemente y no dude en caminar a su dirección.

— Samilu — Mi voz salió apenas audible y Samilu levanto el rostro, tenía los ojos hinchados, rojos, al igual que su nariz, la cara pálida y mojada por las lágrimas que aun resbalaban por su cara.

Solo pude sentarme a su lado y abrazarla para llorar con ella. No fue hasta casi dos horas y media después que apareció un doctor de mediana edad con su traje quirúrgico y sonrío al vernos.

— ¿Están aquí las tres por la chica del accidente? — Asentimos — ¿Yurielkys Ojeda? — Volvimos asentir — Perfecto —Tomo asiento al frente de nosotras y soltó un suspiro cansado, estiro un poco sus piernas y nos dio de nuevo esa sonrisa triste.

— Maldita sea, doctor. Ya suéltelo — Samilu al igual que yo estaba desesperada, lo único que yo me quedaba callada.

— Escuchen, Yuri está muy maltratada. Quien le haya golpeado de verdad quería matarla o hacerle mucho daño. Cuando vino aquí se desmayó al entrar a urgencias por el dolor. La suerte es que no hubo daño al cráneo, por lo visto tuvieron que darle con algún artefacto, ya que tiene un par de huesos rotos. El único daño que tiene en la cara son algunas cortadas, hematomas y arañazos lo demás está bien — Respiramos aliviadas — Tiene dos costillas rotas y una del otro costado casi le perfora el pulmón y el abdomen... Bueno, esta dañado. Es muy probable que tenga una hemorragia interna. Por lo que pude ver, sus nudillos están lastimados. Lo que quiere decir que dio pelea — Pude ver de reojo la leve sonrisa de Samilu. El doctor volvió a suspirar rascando levemente su frente — El problema no está en su cuerpo, sino en su pierna izquierda. Al parecer le dieron varias veces, bastante duro. Rompiéndola en tres partes — Entonces sentía la rabia apoderarme junto con las lágrimas. ¿Quién le habrá hecho aquello? — Esta, por así decirlo, muy poco servible, dudo mucho que cuando mejore no pueda volver a dedicarse al boxeo — Le miramos sin entender — Soy fan.

K.O   ||   YuleriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora