K.O || Yuleria

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Valeria POV

Había pasado un tiempo ya, tres meses y un par de semanas para ser exactos y muchas cosas, bueno no tantas, pero algunas muy importantes. No, aun no dejo a Daniel, bueno no puedo dejar algo que nunca he tenido y que no quiero tener, por cierto. De vez en cuando nos vemos, salimos, nos besamos, se suben de tono y yo paro diciendo que no o que debo hacer algo. Hay veces que Sofía me ha llamado y se lo agradezco y otras veces es Yuri. Yuri. La única cosa que no quería está pasándome. Me está gustando y me está gustando bastante. No puedo dejar de saber de ella o de buscarla si estoy en la universidad, no dejamos de hablar ya sea por llamada, mensaje o video llamada. Aún no sabe de Daniel, me ha visto varias veces subirme o bajarme de su auto y me pregunta quién el que siempre me busca o me trae en ese carro negro, a veces evito la pregunta cambiando de tema y otras Dios está de mi lado y nos interrumpen. No pienso detener este sentimiento que crece cada vez hacia ella aun sin saber si ella siente lo mismo. Me encanta como me siento con ella alrededor y la facilidad que tenemos de perdernos en nuestro mundo y olvidarnos de nuestro alrededor, cuando estamos juntas o hablando.

Me invitó a su pelea, la cual será en pocos días. Casi no la veo por esto, pero le dije que no podía porque tenía cosas que hacer, mentí simplemente no quiera ver como la lastimaban. He ido donde entrena y no es nada lindo ver todo el esfuerzo físico que la ponen hacer, al igual que no es nada lindo ver como una compañera, llamada Laila según tengo entendido, se la vive comiendo con la mirada.

En otras, me preparaba para una pequeña fiesta que me ha invitado Yuri, la cual se ofreció a buscarme, pero le dije que no porque llegaría algo tarde ya que tenía algunos dibujos de planos por terminar. Esta fiesta que, en realidad, es como una pequeña reunión entre amigos para hablar y pasarla bien, según lo que me ha informado Yuri.

Volví a mirarme en el espejo. Tenía unos pantalones negros ceñidos al cuerpo el cual resaltaba mis curvas y trasero, un crop top blanco que me llegaba un poco más abajo de la mitad del estómago, una chaqueta de cuero color rojo vino y unas botas de tacón grueso negras. Mi maquillaje era ligero pero adecuado para el evento y el tiempo, el cual era de noche, y mi pelo lo deje suelto al natural con sus ondas al final, las puntas. Escuché como tocaban la puerta y salí del cuarto para abrir, ya que Sofía había salido también. Y al abrir se encontraba Daniel el cual abrió los ojos y me miro de arriba abajo.

— Wow...Estas-estas buena — Rodé los ojos internamente.

— Gracias — Dije — iré a buscar mi bolso y nos vamos — El asintió y yo me adentre al departamento a buscar el bolso y al salir nos dirigimos al auto para ir a la fiesta.

° ° ° °

Al llegar había algo de gente en la entrada de la casa y en el patio delantero, aunque no mucha, las cuales conocía a la mayoría y otras había visto de lejos. Todos me saludaban, y yo se los devolvía, Daniel se fue a saludar a unos amigos que encontró y se quedó con ellos, mientras que yo estaba con un grupo de personas que conocía y escuchaba a una de las chicas que decía algo y desvíe la mirada a la entrada de la casa y vi a Samilu saliendo de esta.

— Me dan un minuto — Dije a los chicos y chicas, disculpándome para retirarme los cuales asintieron y yo camine en dirección a Sami, la cual desde que me vio sonrío y me dio un beso en cada mejilla.

— Vaya Ramírez, que guapa esta, ya sé porque es tan solicitada para pasarelas — Dijo riendo un poco, acción que imite.

— Gracias, tú no te quedas atrás. ¿Cómo estás? — Pregunte.

— Bien, gracias por preguntar. Estas buscando a Yuri, ¿Verdad? — Reí.

— ¿Tanto se nota?

— Si cariño — Dijo riendo — No te preocupes tu chica está en la parte de atrás, en el patio trasero, solo sigue ese pasillo hasta el fondo y desde que salgas por la puerta que se encuentra allí la encontraras — Dijo señalando dentro de la gran casa — Ve, ya ha venido como cinco veces aquí delante para ver si llegabas, te espera — Termino dándome un pequeño apretón en el hombro y comenzando a caminar para ir al patio delantero.