K.O || Yuleria

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Senti unos brazos abrazar mi cintura y una cabeza apoyarse en mi espalda — Buenos días — Sonreí sin voltearme a verla.

— Buenos días Vale — Voltee el panqueque — ¿Cómo dormiste? — Puse la comida en el plato y moviéndome con Valeria agarrada a mi cintura la lleve al desayunador, ella hizo un sonido raro abrazando más mi cintura y yo solté una pequeña carcajada — Debo traer los otros platos cariño — Dije mirando hacia atrás. Ella levanto su cabeza se puso de puntillas y beso mi mejilla.

— Ya los traigo yo, tu siéntate — Hice lo que me dijo y sonreí al verla con el pantalón de pijama que compré ayer — ¿Qué? — Puso unos platos frente a mí y otros a mi lado mientras se daba la vuelta para buscar unos vasos — ¿De qué es este jugo? — Me enseño un envase de cristal que contenía un líquido naranja oscuro.

— Zanahoria con naranja — Me encogí de hombros, ella hizo una mueca, pero aun así lo trajo — ¿No es ese el pantalón de pijama que compré ayer mientras estabas ocupada con fotos y eso? — Pregunte curiosa, aunque ya sabía la respuesta. Ella me miro con ojos de inocencia mientras pelaba una banana y la mordía, asintió — ¿Te gusto? — Negó — Eso veo — Apunte al pantalón y sonreí al escucharla reír tapando su boca con el dorso de la mano con la cual agarraba la banana.

— ¿Iras al gimnasio hoy? — Asentí — ¿Puedo ir contigo? — La mire extrañada — Debo estar en forma también Yuri — Dijo riendo.

— Pero ya lo estas — Dije frunciendo el ceño y terminando de comer.

— Si, lo sé, pero hago yoga ahora mismo cuando puedo, porque entre la universidad y ahora esto, no me está dando mucho tiempo que digamos, así que pensé en ir al gimnasio hoy contigo. ¿Está bien eso? — Asentí.

— Si claro no hay problema — Me levante lleve los platos al lavamanos de la cocina — Iré a darme una ducha, cuando termines hazlo también. Hay ropa de ejercicio en mi armario que te servirá. Nos iremos desde que estés lista — Ella asintió y yo camine para darme la ducha ya avisada.

— ¿Cuánto duras aquí? — Pregunto mientras me parqueaba.

— Básicamente todo el día — Sali del auto y camine a la puerta del copiloto para abrirle a Valeria, la cual me agradeció con una sonrisa. Saqué el bulto del baúl y comencé a caminar a la entrada. Sentí la mano de Valeria en la mía, entrelazando nuestros dedos, la mire y me sonrío mientras se arreglaba los lentes de sol.

Pasaba por las áreas saludando a las personas, al igual que ellas a mí. Y al llegar a donde siempre hago ejercicio mi entrenador me ve con una ceja alzada mientras que Valeria suelta su agarre en mi mano para saludar a Travis — Uhm.. Viene hacer ejercicio conmigo — Dije rascando la parte trasera de mi nuca.

— Esta bien, no hay problema. Usaras las maquinas entonces, hoy nada de boxeo para que la acompañes. Calienta, dile a ella que caliente y vienes a mi para ponerle los ejercicios — Asentí y camine a donde estaba Valeria, para que calentara conmigo.

— Yuri — Escuche a Valeria decir — ¿Cómo es que puedes hacer estas cosas? — Dijo sin aliento y reí encogiéndome de hombros.

— Vamos que apenas empezamos — Teníamos más o menos una hora y media, haciendo ejercicio, todo iba bien hasta que Valeria comenzó a cansarse y yo comencé a reírme de ella — Venga, vamos hacer algo fácil — Yo no estaba para nada cansada, ya que mi entrenador le había bajado la intensidad debido a ella — ¿Qué tal si hacemos sentadillas? — Ella asintió — Bien — Me puse a su lado — Será así. Debes tener una separación en las piernas del tamaño de un marco — Señale al piso para que viera — Para bajar, no puedes separar los pies del suelo. Hay algunas personas que hacen sentadillas en puntillas, eso está mal. Los pies pegados al suelo, y mientras bajas las manos van al frente a la misma distancia de que están tus piernas. ¿Entendido? — Ella asintió — Haremos cincuenta — Dije cogiendo una mejor posición a su lado y comenzando el ejercicio.

Luego de las sentadillas, Valeria no quiso seguir, pero yo si debía, así que en estos momentos me encontraba haciendo abdominales con su cabeza haciendo peso en mis muslos.

— ¿Sabes que quiero? — Pregunto volteando su cabeza cuando subí.

— ¿Qué? — Dije con dificultad mientras bajaba.

— Quiero hacer esas cosas que hacen las parejas cuando hacen ejercicio — Reí al escucharla porque la que estaba haciendo ejercicio era yo mientras ella me mantenía entretenida con sus historias. Ella se levantó y se sentó a horcadas en mis muslos — Bésame cada vez que subas — Demando — Travis — Exclamo y vi a mi amigo acercarse — En el bulto de Yuri está mi celular graba — El asintió y camino donde estaba mi bulto — ¿Estás lista? — Pregunto mirándome mientras mordía su labio inferior.

— No puedo creer que me hagas hacer esto — Dije jadeando del esfuerzo físico, ella asintió y me deje caer de manera suave al suelo, ella posicionó sus manos dentro de mi camiseta, acariciando mis costados y abdomen con sus dedos, escuche un ya departe de mi amigo. Subí con mis brazos cruzados en mi pecho y como Valeria quería la besaba cada vez que hacia un abdominal, sentía sus dedos apretar mi cintura cada vez que mis músculos se tensaban debido al ejercicio y como acariciaba esta con sus pulgares o la parte baja de mi espalda con las yema de sus dedos cada vez que bajaba. Luego de unos dos minutos haciendo esto cuando subí ella intensifico el beso y en ese instante me olvide del ejercicio, le hice una seña a mi amigo para que dejase de grabar y hundí mis dedos en la cabellera de mi novia mientras pedía entrada en su boca. Jadee un poco al sentir sus uñas clavarse en la mitad de mi espalda, pero esto no me importo, ella se movió más cerca de mi si era posible, poniendo su trasero exactamente en contacto con mi centro. Estos son los momentos en los que doy gracias por haber traído unas licras de hacer ejercicio al igual que ella.

— Esto no es un recinto de películas porno, dejen el besuqueo — Escuche a mi entrenador decir pasando a nuestro lado y trate de separarme de ella ya que necesitaba aire pero solo pude hacerlo por unos segundos ya que me agarro del cuello e hizo chocar mis labios con los de ella, metiendo su lengua de manera inmediata en mi boca sin permiso. Abrí un ojo para mirar a mi derecha porque sentía que alguien nos estaba viendo y efectivamente.

— ¿James? — Vi al chico parado embobado viendo en nuestra dirección con su boca ligeramente abierta — ¿Qué haces? — Pregunte agitada y el abría y cerraba la boca sin decir una palabra aun con sus ojos pegados en mi novia. Comencé a reír — Ve a entrenar — Dije entre risas y el asintió de manera frenética, pero sin moverse.

— Hola — Saludo Valeria luego de haber recuperado el aliento y el chico le devolvió el saludo agitando su mano aun sin poder creérselo. En ese momento salió Travis y dándole de manera leve en la cabeza lo hizo reaccionar y lo saco al área de los principiantes — Es lindo — Dijo riendo y solté una carcajada.

— Esta frustrado — Dije — Vamos cielo, necesito seguir entrenando — Di unas palmaditas en su trasero, ella me dio un beso rápido y se levantó para dejarme seguir en mi rutina.

Escuche el timbre, y me levante con dificultad de la hamaca dejando el libro que leía en la pequeña mesa mientras caminaba a la puerta principal. No esperaba visitas, pero me imaginaba que era Valeria. Al abrirla me lleve la sorpresa de que no era así.

— Vine más temprano de lo previsto — Informo — Así que espero que no te importe de que venga a discutir de negocios y los beneficios que tendrás si aceptas meterte al mundo de las Artes Marciales Mixtas — Dahlia estaba en mi puerta principal, no con su usual traje de negocios. Estaba vestida informal, pero a la vez se veía bien — ¿Qué dices?, ¿Me dejas entrar y hablamos? — Asentí y me hice a un lado, para tener lo que sabía que sería una charla larga con esta mujer.