La soledad a su compañía
son como dos elementos totalmente
disímiles de la materia.
No es igual.
Desde que está sola consigo misma
los abrazos a su almohada se hicieron más eternos.
Se levanta más temprano para
rendir el día
sin desvelarse en discusiones
que formaban temas triviales.
Pasea descalsa por su casa
sin oír reprimendas de que aquel acto
es perjudicial.
Y al salir a la calle
se toma de su propia mano
resguardando su propia seguridad.
Podría decirse que vive más feliz
desde que terminó con aquel cretino.
Sin embargo.
No es lo mismo.
No importa cuántas cucharitas
de azúcar
le echara al café con leche
nunca le sabría tan dulce como
cuando estaba con él.
A veces en la completa penumbra
se permite pensarlo
y se descubre a sí misma tocando
lo que él exploraba
y ya conocía.
Extrañaba despertarse y tener a alguien que le deseara los buenos días
seguido de un apelativo
tan cursi y dulce
que le salían caries en los molares.
Sí, le dañó. Y mucho,
pero cuando pensaba en esa tarde de diciembre bailando en plena sala
pasaba a segundo plano
las noches que no respondía
o los día enteros sin dar señales
de vida.
Sí.
No es lo mismo.
Está muchísimo mejor sin él,
sin embargo
aún le quiere.
¿Y quién puede culparla?
Uno se enamora de los demonios
no de las personas.
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3:00 a.m
شِعرLa poesía es un alma en pena que me posee al cubrir mis ojos con sus manos blancas haciendo de las mías su marioneta personal. Sintiendo por mis dedos la contextura del plumero. Olerlo. Entenderlo. Hablarle. Rezarle. Seducirle. Todo para que él cob...
