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.ೃ 💐 recuperación .𓄼

Cuando Jaehyun abrió los ojos solo sintió dolor, todo su cuerpo sufría un dolor tormentoso, intentó moverse, pero desistió al sentir como sus heridas protestaban, miró su alrededor, parecía estar en la misma posada y en la misma habitación, miró su cuerpo, tenía muchas vendas alrededor, en el torso, brazos y algunas en sus piernas.

Su respiración era pesada y sus ojos bermellón intentaron ubicar a su conejito, su instinto le dictaba que lo buscara y protegiera, entonces luego de un par de segundos notó a su hermoso conejo a su lado, estaba sentado en una silla de madera con su mano delicada y pequeña sobre la suya, con el cuerpo apoyado en la cama y parecía estar durmiendo.

Sonrió suavemente y apretó la mano de su lindo bebé, podía notar ojeras leves y sus ojos hinchados por las lágrimas constantes, esa vista de su amado le hizo doler el corazón.

Acarició las orejas y cabello negro de su lindo bebé hasta que unos ojos estrellados lo miraron con somnolencia y luego la más pura felicidad, calma y alivio.

— ¡Despertaste! —exclamó Doyoung con voz tierna ligeramente ronca a causa de su reciente despertar. El castaño asintió e ignoró el dolor de sus heridas para darle al pelinegro un beso lleno de afecto y amor.

— ¿Ves? Estoy bien, cariño. —dijo de manera tranquilizadora ignorando el claro dolor que sentía de todas sus heridas, sus labios se pegaron a la mejilla del pelinegro dando un suave beso, Doyoung sintió las lágrimas querer brotar de sus ojos.

— No mientas, estuviste durmiendo por dos días enteros. —murmuró el conejito con un sollozo, Jaehyun se sorprendió con sus palabras, no pensó que hubiera estado en este estado durante tanto tiempo.

— Pero desde ahora todo irá bien, las heridas ya no duelen. —mintió en un intento de reconfortar a su amado, Doyoung no se dejó engañar, pinchó con su dedo la herida más grave del tigre haciendo que este emitiera un gruñido adolorido.

— Solo descansa. —dijo el pelinegro con una suave sonrisa mientras su mano sostenía la del rubio, Jaehyun suspiró y asintió al cabo de un rato.

— Pero tengo que ayudar a mi familia, cariño. —murmuró en un intento de huir de tener que quedarse acostado durante todo el tiempo hasta que sus heridas se curaran por completo.

— ¿Cómo puedes ayudarlos en este estado, uhm? —La voz del pelinegro era inflexible, no pensaba dejar que su amado se arriesgara en batalla estando tan herido. Jaehyun lo miró y notó su mirada llena de preocupación, suspiró y terminó por asentir, igualmente no estaba en condiciones óptimas de batalla.

— Bien, bebé, descansaré, pero cuídame mucho, ¿sí? —preguntó con una leve sonrisa, el conejito asintió con una sonrisa aliviada, sus orejas saltaron un poco por el movimiento de su cabeza al asentir.

— Será un placer cuidarte hasta tu completa recuperación. —dijo Doyoung haciendo énfasis en la palabra "completa" dejando entender al castaño que no saldría de esa cama antes de eso.

Jaehyun emitió una leve risa y no pudo evitar extenderse, ignorando el dolor agudo proveniente de sus heridas para abrazar el cuerpo de su dulce niño. El pelinegro se sorprendió un poco, pero pronto correspondió el abrazo con la misma fuerza, su cuerpo temblando un poco.

— Y-Yo tenía tanto miedo, Jae. —La voz del conejito era un murmullo quebradizo que causó dolor en el corazón del tigre, odiaba ver a su amado de esta forma, se reprochaba no haberlo protegido de la manera correcta, el solo pensamiento de que pudo pasarle algo peor a su conejito lo llenaba de tristeza y rabia.

— Lo sé, mi flor, es mi culpa, debí de protegerte bien. —dijo con un tono triste, Doyoung sollozó y negó con la cabeza rápidamente.

— No es tu culpa... —murmuró simplemente temblando y sollozando en los brazos del castaño, este lo consoló con dulces palabras de amor y cariño, hasta que finalmente Doyoung le dio una dulce sonrisa de ojos llorosos.

— Te amo demasiado. —dijo el castaño con firmeza, sacándole una linda risita a Doyoung, el tigre castaño sonrió suavemente y besó su frente.

— Yo también te amo mucho, Jae. —dijo frotando su linda mejilla contra la del castaño, sus orejas de conejito se estremecieron y su cola esponjosa tembló.

Ambos se abrazaron con fuerza, Jaehyun ignorando el dolor de sus heridas mientras consolaba al pelinegro con palabras y acciones tales como besos, caricias tranquilizadoras en su espalda y pequeños besos en su rostro.


Pasaron algunas semanas donde el castaño no podía hacer más que quedarse en cama siendo atendido por su conejito, Sungchan iba a verlo casi todos los días, cuando no iba es que estaba cazando algo para comer o buscando alguna clase de información sobre lo que estaba pasando actualmente en la tribu.

El castaño estaba un poco cansado de siempre comer comida ligera y no poder disfrutar por completo de la carne, pero Doyoung se esforzaba por cuidarlo así que no expresaba su pequeño descontento.

Doyoung incluso limpiaba sus heridas y cambiaba sus vendas, lo hacía diariamente mientras le sonreía y le comentaba sobre lo bien que curaban sus heridas.

Jaehyun se derretía al ver esa sonrisa, solo podía asentir hacia el pelinegro y al verlo terminar besaba sus labios suaves o su linda frente.

Esa tarde era igual, Doyoung sonreía mientras lentamente desinfectaba las heridas del tigre, estas cicatrizaban muy bien y Doyoung calculaba que en más o menos una semana curarían por completo.

— Creo que en otra semana más estarás curado, Jae. —dijo el conejito con una feliz sonrisa, su colita esponjosa dejando ver su emoción y alegría por la noticia.

La mirada del tigre solo pudo posarse en la bonita sonrisa de Doyoung y en el como su bonita y esponjosa cola gris se agitaba con felicidad y emoción.

Extremadamente tierno.

— Finalmente podré ir con mi familia. —dijo con un suspiro, su mente volviendo a la realidad. La sonrisa de Doyoung se atenuó un poco y su boquita formó un puchero.

— Lo siento, esto fue mi culpa, tu herida fue mi culpa. —dijo, sus ojos húmedos mirando los ojos bermellón del tigre castaño. Jaehyun emitió un suspiro y acarició las largas orejas marrones de su amor.

— No es tu culpa, cariño, es un verdadero placer para mí protegerte, y si ese hombre logró tocar un solo cabello de tu linda cabecita fue mi descuido. —Jaehyun dijo con una leve sonrisa triste, Doyoung negó con la cabeza y besó suavemente los labios de su hombre mientras su mano se apoyaba de su muslo.

— Nunca será tu culpa, Jaehyun. —dijo con una suave sonrisa tranquilizadora, el castaño besó la mejilla del conejito mientras este emitía risitas felices.

En menos de una semana, las heridas de Jaehyun ya habían sanado por completo.

Conejo & Tigre ★ jaedo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora