Capítulo 7

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La luna brillaba sobre el agua y un viento fresco jugaba sobre su cara. Hyunwoo contemplaba el mar con las manos cerradas sobre la balaustrada.

En ese momento se sentía sereno. De nuevo bajo control.

Pero había estado muy cerca de perderlo completamente.

Había sido la negativa de Kihyun a reconocer la verdad acerca de aquella noche de cinco años atrás, en insistir sobre su inocencia.

Soltó una risa áspera.

Había sido una noche extraordinaria, única. Kihyun no se había parecido a ningun hombre que hubiera conocido. Ardiente, entregado...

Y él había estado en la playa de un mar, listo para lanzarse a sus profundidades desconocidas y descubrir...

Algo que jamás había existido para él.

Pero, a cambio, por la mañana había descubierto que había sido un necio.

Al que un hombre había manipulado para sus propios fines.

Los recuerdos resucitaron en su memoria.

Lo vio renovado. Lo oyó, con tanta claridad como si no hubieran transcurrido décadas. La mano de su padre cruzar el rostro de su madre.

Oyó la palabra que acompañó a la bofetada. Con cinco años no había sabido qué significaba. Sí en ese momento.

«¡Zorra!».

Lo único que había sentido entonces había sido miedo. Terror. Y la furia... que lo había impulsado a correr hacia su padre para golpearle las piernas.

—¡No le pegues a mami! ¡No le pegues!

Su padre lo había apartado. Su madre ni siquiera lo había mirado. Simplemente, había alzado el mentón y abierto el bolso con sus manos delicadas y bien cuidadas y metido en el interior el papel que le había dado su padre. Luego había esbozado una leve sonrisa. No dedicada a él. Sino a su padre.

—Adiós, Georgiou. Disfruta del niño. Después de todo, has pagado bastante por él. Aunque no sea tuyo.

La había observado marcharse. No lo había entendido.

Luego se había vuelto hacia su padre.

—¿Cuándo va a volver mami?

Su padre no había respondido de inmediato. Su rostro había sido como cincelado en roca. De pronto, bajó la vista para mirarlo.

La expresión había estado llena de odio.

—Nunca —y se marchó.

Su hijo de cinco años se había quedado allí quieto un rato.

Luego, una criada había ido para recogerlo.

Pero su padre había dicho la verdad. Nunca más había vuelto a ver a su madre.

Era extraño cómo tres décadas después, el dolor podía vivir en el recuerdo, con igual intensidad.

El dolor era suyo... pero nunca, nunca, sería de su hijo.

Continuó mirando el mar.

Y llegó a la conclusión de que tenía que saber si Yoo Kihyun amaba a su hijo.

Sólo había una manera de averiguar la verdad.



Kihyun desayunaba con Eunjun en la soleada terraza. Se sentíavacío y cansado después de la escena tan desagradable de la noche anterior. Otra escena. Otro intercambio de veneno y odio.

Felizmente, Eunjun pasaba ajeno a todo ello.

Lo observó echarle migas a los gorriones, que se lanzaron de la balaustrada al suelo a recogerlas. Le contaba entusiasmado a Winter que esa mañana había visto aterrizar el helicóptero. Kihyun asentía y respondía lo preciso, pero su corazón estaba atribulado.

Hijo en venta [ShowKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora