La Tierra ya estaba al borde del cinturón de Kuiper. Su mirada se perdía entre las rocas heladas y la inmensidad del vacío. Sabía que una vez que cruzara ese umbral, no habría retorno. Con un suspiro cargado de resignación, avanzó lentamente, dejando atrás lo que alguna vez había sido su hogar. El miedo lo envolvía, cada astro a su alrededor parecía observar su huida, juzgándolo en silencio. Pero había tomado una decisión, y aunque sus terribolas fueran el precio, estaba dispuesto a pagarlo.
Se adentró en el cinturón, y un escalofrío recorrió todo su cuerpo. La oscuridad era casi palpable, como si el frío lo envolviera desde dentro. "¿Qué estoy haciendo?", pensó por un momento, pero no se permitió dudar. Cada segundo que pasaba, se alejaba más de quienes alguna vez fueron sus compañeros planetarios.
-No puedo volver atrás... ya no -susurró, decidido.
Desde la superficie de la Tierra:
-¿Todos listos para el despegue?
La voz de Houston resonaba a través de las frecuencias, cargada de una mezcla de urgencia y ansiedad.
-¡Listos! -China respondió con determinación.
-¡Más que listos! -E.U.A. replicó, aunque en su tono había una leve vacilación.
-Te voy a extrañar, hogar... -murmuró Canadá, con una tristeza que calaba profundo.
México, siempre tratando de poner algo de ánimo, gritó: -¡Listos para despegar! ¿O no, amigos latinos?
-¡Así es, amigo mexicano! -respondió Argentina con algo de entusiasmo fingido.
-Adiós, casita... -susurró Perú, mientras una lágrima solitaria recorría su mejilla.
Guatemala, sin poder contener la ansiedad, miraba a su alrededor con ojos desorbitados. -No puedo creer que esto esté pasando...
México, siempre buscando una manera de consolar, puso una mano firme en el hombro de Guatemala. -Es por el bien de nuestra raza, hermano. Debemos ser fuertes.
El ambiente estaba tenso, la incertidumbre los envolvía a todos. De repente, la radio crepitó con un mensaje de Houston.
-Muy bien, muchachos, el momento ha llegado. Prepárense para el despegue.
Houston comenzó a manipular los controles de la nave espacial, mientras los relojes contaban los últimos segundos.
-Despegamos en 10... 9... 8... 7...
Con Venenoso y Marta:
Venus estaba perdido en sus pensamientos, recordando los días en que consideraba a la Tierra un amigo. ¿Cómo pudo haber sido tan ingenuo? Se sentía traicionado, una marioneta en las manos de alguien que solo buscaba validación.
-Soy un imbécil -se reprochaba una y otra vez.
Marte, observándolo desde la distancia, no pudo soportarlo más. Se acercó a él, buscando las palabras correctas. Cuando finalmente estuvo a su lado, habló con suavidad.
-Oye... ¿Has hablado con la Tierra?
Venus lo miró de reojo, con una expresión amarga. -No... ¿Y tú?
-Tampoco... Supongo que dejaron de ser amigos, ¿eh?
-Sí. Solo quería que lo admirara, que lo validara... Pero tenías razón. Soy un tonto por no haberte escuchado antes.
Marte suspiró, intentando consolarlo, pero las palabras no llegaban. Durante unos segundos, ambos evitaron mirarse. El silencio entre ellos era pesado, incómodo.
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Solarballs:con que aquí pertenezco (Pausada/Editando)
FanfictionHace más de 4.567 millones de años,cuando nuestro Sistema Solar aún se encontraba en formación... En nuestra galaxia vecina llamada Andromeda, específicamente en un lugar llamado: Sistema Aquamarina,se encontraba un pequeño planeta llamado Mictlán,q...