La Tierra flotaba en su órbita, sumida en recuerdos que lo llevaban de vuelta a los días en los que todo parecía perfecto. Pensaba en sus amigos, en los momentos felices que compartió con ellos. Pero como siempre ocurría, su mente lo traicionó, obligándolo a revivir el instante en que lo arruinó todo. Su egocentrismo, esa sensación de superioridad que lo había cegado, fue lo que los alejó a todos. Se odiaba por ello.
Apretando los puños con fuerza, la Tierra agarró un asteroide cercano y lo lanzó al vacío, con toda la rabia acumulada. Luego, con un suspiro de derrota, se hizo una bolita, abrazándose a sí mismo mientras dejaba escapar unas lágrimas silenciosas. Los insultos hacia sí mismo resonaban en su mente. "¿Por qué fui tan estúpido? Si tan solo pudiera volver y arreglarlo todo..."
Mientras sollozaba, sintió de repente una mano cálida acariciando su cabello. Levantó la vista, sorprendido, y allí estaba Thot, "arrodillado" a su lado, con una sonrisa tranquila que casi parecía sincera.
-¿Estás bien, Tierra? -preguntó Thot en un tono suave, aunque sus ojos ocultaban algo más.
La Tierra se secó rápidamente las lágrimas y forzó una sonrisa, intentando no parecer vulnerable.
-Estoy bien, Thot. Solo... estoy algo...
Pero antes de que pudiera terminar, Thot colocó un dedo sobre sus labios, interrumpiéndolo con gentileza.
-Está bien, Tierra. No tienes que explicarme nada si no quieres. Debe ser un tema serio para ti.
La Tierra asintió con una pequeña mueca. No sabía si podía confiar en Thot, pero el alivio de no tener que hablar en ese momento le daba una sensación de calma pasajera.
-Lo es... -respondió finalmente la Tierra, desviando la mirada.
-¿Te gustaría hablar sobre ello? -insistió Thot, su tono lleno de una calma que bordeaba lo paternal.
-No creo que lo entiendas... -dijo la Tierra, un poco más a la defensiva, sintiéndose más pequeño de lo que realmente era.
Thot no mostró ninguna reacción inmediata. Se inclinó suavemente hacia él y, con la misma delicadeza, posó su mano sobre la mejilla de la Tierra, acariciándola con la punta de su dedo.
-Por supuesto que no entendería tu dolor completamente. Pero puedo ayudarte. No tienes que cargar con esto solo, Tierra -susurró, manteniendo esa fachada de comprensión.
La Tierra se quedó en silencio, sus pensamientos confundidos.
Antes de que pudiera reaccionar, Thot lo envolvió con sus enormes manos, sujetándolo con una sorprendente delicadeza. A pesar de la suavidad del gesto, la Tierra sintió cómo su respiración se aceleraba, atrapado en una mezcla de miedo y confusión.
-Vamos, pequeño -dijo Thot con una sonrisa que esta vez dejaba entrever algo más oscuro-. Tengo algo especial para ti.
Con esa última palabra, Thot lo llevó consigo, alejándolo de su órbita, rumbo hacia sus propios dominios, donde los nuevos experimentos estaban por comenzar.
La Tierra flotaba, atrapada en la órbita de Thot. La atmósfera oscura y densa lo mantenía en tensión, como si cada movimiento fuera observado por un millón de ojos invisibles. Thot se mantenía cerca, siempre con esa sonrisa tranquila pero perturbadora, analizando cada detalle. Sin embargo, la mente de la Tierra vagaba en otra parte, recordando esos instantes fugaces con sus antiguos amigos.
-Debí ser alguien mejor... -susurró la Tierra para sí mismo, apretando los puños, hasta que sintió una presencia.
La silueta de Thot se movía a su alrededor, escribiendo incansablemente en su libro, tomando notas de cada gesto, cada reacción. De repente, Thot dejó el libro de lado y su mirada se ablandó.
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Solarballs:con que aquí pertenezco (Pausada/Editando)
FanficHace más de 4.567 millones de años,cuando nuestro Sistema Solar aún se encontraba en formación... En nuestra galaxia vecina llamada Andromeda, específicamente en un lugar llamado: Sistema Aquamarina,se encontraba un pequeño planeta llamado Mictlán,q...