Solarballs:con que aquí pertenezco (Pausada/Editando)

❄️¿Solo una posesión?❄️

La Tierra disfrutaba de un día sereno, rodeado por el brillo distante de estrellas y las miradas cariñosas de Thot y Murray, sus padres.
Thot intentaba enseñarle detalles de las órbitas y hablándole de la responsabilidad de ser un planeta con una paciencia que a la Tierra le parecía inusualmente controlada. Sin embargo, la tranquilidad de Thot en ese momento era frágil, y bastaba observarlo un poco para notar que una sombra de orgullo herido lo perseguía.

Apenas un día antes, Thot había perdido una partida de ajedrez contra Júpiter. Aquello había sido una sorpresa para él, y no era de las que disfrutaba. Durante la partida, Júpiter, con sus movimientos calculados y su voz siempre serena, parecía haber descifrado cada una de sus estrategias. La derrota había sido contundente, y el orgullo de Thot (su ego construido a lo largo de los siglos) había sido sacudido por un planeta tan 'insignificante' como el.

Murray, que se encontraba al lado suyo, se había acercado más en silencio. Ambos compartían una conexión especial, y Murray entendía el "dolor" en la mirada de Thot sin necesidad de palabras. Colocando su brazo alrededor de su cuello, lo acompañó en su silencio, ambos observando a su hijo. El tiempo parecía alargarse, y en ese momento, la Tierra sintió el peso de sus miradas. Murray y Thot parecían siempre vigilantes, atentos, con una intensidad que la Tierra no comprendía del todo, pero que lo hacía sentir querido y a la vez, ligeramente asfixiado.

Fue entonces cuando, a lo lejos, la Tierra distinguió dos figuras familiares: Júpiter y Saturno. Sus ojos brillaron con entusiasmo y, sin pensarlo dos veces, se despidió de Thot y Murray con un movimiento rápido, corriendo hacia sus viejos amigos y casi padres con una sonrisa de emoción. La Tierra, sin poder evitarlo, se sentía atraído hacia ellos como un imán.

Pero apenas había dado unos pasos cuando sintió la tensión a sus espaldas. Thot y Murray, que lo observaban con una mezcla de celos y desconcierto, compartieron una mirada cargada de resentimiento y, sin decir nada, decidieron seguirlo. Sus expresiones eran controladas, pero había un fulgor de determinación en sus ojos.

Cuando llegaron junto a Júpiter y Saturno, Thot mantuvo una sonrisa tensa y/o fingida , buscando a la vez ocultar su frustración y ejercer algún tipo de dominio sobre el espacio.

—Vaya… parece que la Tierra ha encontrado una compañía interesante...—comentó Thot, mirando a Júpiter con una expresión enigmática.

Júpiter, consciente del orgullo herido de Thot desde que perdió en aquel juego, mantuvo una postura tranquila y firme, respondió con su calma habitual.

—Él tiene el derecho de pasar tiempo con quien desee, ¿no te parece? —contestó, devolviéndole la mirada con serenidad.

La tensión entre ambos era palpable, y Saturno, notando que el ambiente comenzaba a cambiar, se mantuvo en silencio, observando con una prudencia que bordeaba la inquietud. Murray dio un paso al frente, sus ojos reflejando una mezcla de protección y resentimiento hacia los dos gigantes de la Vía Láctea.

—Quizás eso crees tú, Júpiter. Pero para nosotros, Mictlan no es solo otro planeta. Es nuestro hijo, y preferimos que no se rodee de… influencias innecesarias —dijo Murray, su tono cargado de amenaza.

La Tierra, quien hasta entonces no había notado el cambio en el ambiente, se detuvo y miró a sus padres, confundido por el tono de sus palabras. En ese momento, Júpiter alzó una ceja, mostrando una ligera sonrisa que parecía desafiar las palabras de Murray.

—Parece que nuestro concepto de lo que significa "ser padre" es distinto —respondió, con un tono que rozaba la provocación.

Murray apretó los labios, y Thot, sin perder la compostura, inclinó ligeramente la cabeza hacia Júpiter.