❄️Una alianza inesperada❄️

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Titán quién había seguido los movimientos de Thot y Murray, los observaba desde una distancia prudente, agazapado en las sombras de un cúmulo de asteroides. Su forma pequeña y sus movimientos cautelosos lo habían mantenido invisible para los planetas, quienes, absortos en la manipulación de la Tierra, no percibían la presencia de la luna espiándolos. Pero en el instante en que Thot alzó el reloj y la Tierra comenzó a perder su chispa o personalidad característica, un terrible presentimiento comenzó a formarse en el interior de Titán.

Todo lo que había visto era inquietante, cada vez más difícil de soportar. La frialdad en los rostros de Thot y Murray, el resplandor vacío en los ojos de la Tierra, y finalmente la forma en que ambos lo habían envuelto en un abrazo posesivo, ahogándolo, aplastándolo sin cuidado... Todo eso despertaba en él una mezcla de terror y urgencia.

"Debo avisarle a Júpiter... o a alguien... ¡Cualquiera que pueda ayudar!", pensó Titán, su mente nublada por el temor. Sin perder un segundo, comenzó a retroceder, dando pasos silenciosos hacia la oscuridad que lo separaba de los planetas. Sin embargo, el destino a menudo toma un giro cruel, y antes de que pudiera siquiera girar por completo, sintió una presencia detrás de él.

-¿A dónde crees que vas, pequeño intruso? -la voz de Murray retumbó como un trueno en el vacío, su tono cargado de una ira feroz.

Antes de que Titán pudiera reaccionar, sintió la fuerza de una gravedad aplastante envolverlo, arrastrándolo sin remedio hacia el abrazo mortal de Murray. La gran fuerza del planeta comenzó a hacer presión en su cuerpo celestial, inmovilizándolo con una violencia despiadada. Titán sintió el dolor irradiando desde el centro de su núcleo, como si la inmensa gravedad de Murray estuviera quebrando cada fragmento no solo se si cuerpo, sino de su ser.

-¡No... suéltame! -jadeó Titán, aunque su voz era apenas un susurro débil en comparación con la fuerza abrumadora de Murray.

Murray lo observaba con una expresión fría y dura, como si no fuera más que un obstáculo insignificante. Sin misericordia alguna, apretó aún más, incrementando la presión. El cuerpo de Titán tembló, sus superficies comenzaron a mostrar grietas, y un rayo de dolor lo atravesó por completo. Era como si todo su ser estuviera siendo desmembrado lentamente, cada trozo de su ser comenzando a desgarrarse bajo el peso implacable de Murray.

-Te aplastaré aquí mismo, criatura insignificante -gruñó Murray, sus ojos ardiendo con una ira y satisfacción insondable.

Titán sentía que su consciencia comenzaba a desvanecerse. Cada segundo que pasaba, su visión se nublaba más y más, y el dolor se volvía insoportable. No había escapatoria, y el vacío a su alrededor se volvía oscuro y opresivo. La esperanza parecía desvanecerse, pero de pronto, como si el cosmos respondiera a sus súplicas, un destello se formó en la distancia.

Un asteroide de gran tamaño -pero más pequeño que la Tierra- surcando el espacio con una velocidad impresionante, se acercó directo hacia ellos. Murray apenas tuvo tiempo de percibir el peligro cuando el asteroide se estrelló violentamente contra uno de sus ojos, impactando con una fuerza descomunal.

-¡ARGH! -un grito ensordecedor surgió de Murray, quien soltó a Titán de inmediato mientras llevaba una mano a su ojo herido, frotándolo para calmar el dolor agudo que sentía.

Aprovechando ese breve momento de distracción, Titán fue sujetado firmemente por otra figura, una que lo envolvió en un agarre firme y protector.

Solarballs:con que aquí pertenezco (Pausada/Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora