Ginny se había acercado a Malfoy para ayudarlo a levantarse, aún aferraba su varita por si acaso solo era una actuación para poder atacar. Harry detrás de ella le apuntaba, su vena paranoica no lo dejaba confiar en él.
Una vez que se levantó Draco se acomodo en el sofa. Ambos Gryffindor lo miraban y seguían sus movimientos, hasta que al fin Harry se decidió a hablar.
- Sabemos que eres un mortifago, ví la marca. - dijo con seriedad- No creas ni por un segundo que confiamos en ti.
Draco se asombro, no recordaba haber sido tan descuidado como para mostrarla por error. Abrió el puño de su camisa y subió su manga izquierda hasta el codo.
- Tienes razón, aquí está.
Ginny se adelantó un paso y estiró la mano como esperando que Draco posará su brazo sobre ella para que pudiera ver la marca de cerca. Sin embargo, este solo volvió a bajar la manga y a abotonar el puño.
- Necesito protección - dijo Draco, trataba de mantenerse tranquilo, evaluando la reacción de Harry ante sus palabras- para mí y para mis padres, incluso mi padre en Azkaban no está seguro, los mortifagos controlan más de lo que creen. Una vez que tengas eso asegurado te diré todo lo que se.
- ¿Como sabemos que no intentas engañarnos? - pregunto Ginny.
- Llévame con Dumbledore, el sabrá cómo probarme.
- No puedo. - contesto Harry, mientras pasaba una mano por su cabello, alborotandolo más. Draco no lo había notado hasta el momento pero Harry se veía casi tan desmejorado como el, siempre le había parecido excesivamente delgado sobretodo en los inicios de curso pero ahora era más notoria la perdida de peso. Su cara se veía más angulosa y ojeras moradas asomaban debajo de sus lentes. El labio partido tampoco había ayudado con su aspecto en general.
- ¿Por qué no? Están en el mismo bando, tienen el mismo fin.
Harry se rasco la nuca, no podría llevarlo hasta Dumbledore sin revelar la razón por la que quería acercarse a Draco. Ya había sido demaciado peligroso llevar a cabo sus planes justo con el director sobre el, presionando para que conociera el pasado de su enemigo.
Draco lo entendió cuando el chico se quedó callado.
- No me vigilabas por órdenes de Dumbledore ¿verdad? Es por eso que tus amigos no son quienes te ayudan está vez.
De nuevo la sala se quedó en silencio, en alguna parte del castillo retumbó el reloj marcando las nueve, era hora de su castigo pero no podían arriesgarse a dejar a Draco solo. Tenían miedo de que corriera a avisar lo que averiguo a los mortifagos aunque no estaban seguros de cuánto habia supuesto ya.
- No podemos dejarlo - dijo Ginny, quien al parecer había estado pensando lo mismo. - Podríamos hacerle olvidar e intentar de otra manera.
Draco se puso de pie y por primera vez en toda la noche les apunto con la varita.
- No se atrevan.
- Cálmate, ni siquiera sabemos si podemos realizar el hechizo correctamente - dijo Harry poniendo ambas manos en su cabeza, poco le importaba que el otro lo amenazara- no quiero arriesgarme a hacerlo mal y que olvides cosas que nos ayudarían.
- En ese caso, podría ir con ustedes. Se que no confían en mí, pero yo no confío en estar solo después de haberles mostrado la marca. No soy el único que tiene contacto con los mortifagos.
- No tenemos opción - dijo Ginny - te sujetare a Harry con magia y después tendrás que ponerte la capa.
Lo hicieron lo más rápido que pudieron para poder salir corriendo a la biblioteca, no querían realizar el castigo pero sabían que de no presentarse Mcgonagall se pondría echa una furia.
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Lealtad
Hayran KurguHarry ya no quiere ser más el elegido siente que solo ha sido utilizado por Dumbledore y la Orden. Después de la muerte de Sirius busca venganza por todo el daño que le han echo y encuentra aliados donde no lo había esperado. Por primera vez Harry s...