22. Cebo

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Cuando regresó a la sala común de Slytherin, Draco no pudo evitar sentir que lo estaban observando. Realmente aunque se había propuesto lo contrario no pasaba mucho tiempo ahí, los castigos y escabullirse en la torre de Gryffindor lo habían alejado de su objetivo.

Consiente ahora de las sospechas de Ginny se empezó a cuestionar todo lo pasado con sus compañeros. Era cierto que desde que le había pedido ayuda Theo lo había evitado, pero se preguntaba porque, suponía que una de las órdenes a realizar sería mantener una continúa vigilancia hacia Harry y Draco, sin embargo, a diferencia de Weasley o Granger la vigilancia de Theo (o el señor Nott) era más sutil.

Pensar en todo eso hacia que le doliera la cabeza. Lo que más deseaba era irse a acostar, pero sabía que realizar su parte del plan correctamente era indispensable para todo lo demás. Cuando vio que Theo no estaba en ningún lugar de la sala subió a su dormitorio con la esperanza de encontrarlo ahí. Se decepcionó y sintió alivio al mismo tiempo, no quería buscarlo como tal para que no fuera muy obvio lo que se proponía a demás eso le daba tiempo de ordenar sus ideas.

Se recostó por un momento e intento buscar las palabras adecuadas mientras veía el techo negro de su cama plagado de constelaciones, el hechizo que había usado para lograrlo se lo había enseñado su madre, podía cambiar las estrellas de acuerdo a la constelación que quisiera mostrar pero regularmente dejaba la suya. Se concentro en ella mientras pensaba. No había pasado mucho tiempo cuando alguien entro al cuarto, pudo oír el rumor de sus pasos y el rechinido de la cama cuando se dejaron caer en ella. Draco contó hasta diez antes de levantarse para ver quién había llegado, fue una suerte que fuera justo a quien esperaba.

—¿Theo? —pregunto acercándose —¿Te encuentras bien?

El muchacho tenía un brazo sobre su rostro y no lo bajo ni siquiera cuando contesto como voz un poco entrecortada.

—Dejame, Malfoy. Me has dejado claro que no puedes hacer nada por mi.

—¿Sigues preocupado por tu padre? ¿En qué clase de lío lo ha estado metiendo el Señor Tenebroso?

Está vez Nott se descubrió el rostro y se levantó hasta quedar sentado. Fuera real o no la teoría de Ginny, Theo se veía demacrado, las ojeras bajo sus ojos eran oscuras y sus manos temblaban ligeramente, en sus nudillos podía ver cortes y restos de sangre, como si hubiera golpeado algo con fuerza y repetidamente.

—No me apetece parlotear. Dime qué quieres y así podré mandarte al diablo y todos seguiremos con nuestra vida.

—Creo que se cómo ayudarte.

Los ojos de Theo se abrieron sorprendidos, pero no dijo nada por lo que Draco siguió.

—No sé si lo has notado, pero Dumbledore se ausenta mucho últimamente. Escuché que busca algo, contra el Señor Tenebroso.

—Aja... -Theo movió la mano impaciente para que continuará.

—No sabía exactamente que era y no me parecía importante la verdad. Pero escuche a ese tonto de Weasley alardeando y pensé que podría ser tu oportunidad. Últimamente Dumbledore lo proteje mucho, como piensa que he corrompido a Harry se ha alejado de el... —Draco volvió a quedarse callado esperando a que Nott mordiera el cebo pero este solo lo miraba ansioso —. Creo que no te interesa, es demaciado difícil.

—¿Puedes terminar ya? ¡Solo dilo!

—Es un arma, Dumbledore ha encontrado un arma para acabar con el Señor Tenebroso, le ha prometido a Weasley que irán juntos a obtenerla. Es el nuevo elegido y un incompetente. Pensé que lo que sea que hayan encontrado deberá ser lo suficiente sencillo para que el tarado pueda utilizarlo y a la vez tan poderoso como para acabar con Voldemort.

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