6. Confianza

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Harry despertó empapado en sudor, la pesadilla lo había dejado dejado paralizado del terror. El cielo tras la ventana era oscuro aún, cuando pudo voltear a ver el reloj sobre la chimenea marcaba las cuatro apenas. Se incorporó en el sillón y apoyo la cabeza sobre sus manos.

El sueño había consistido en una misma escena en repetición, en ella era el quien había empujado a Sirius a través del velo mientras se reía como loco, la escena volvía a repetirse pero ahora era Ron quien había caído, se repetía y era Ginny, Hermione, Remus, Draco. Una y otra vez el era el responsable de sus muertes, no sentía dolor solo euforia. Le asustaba pensar así de si mismo, había tratado de hacer a un lado con tanto esmero sus emociones que creía que casi las había eliminado, podría jurar incluso que a veces no sentía nada, actuaba como si fuera un autómata.

Esa misma noche había sido un ejemplo de ello, primero había sentido culpa al ver a Ginny en ese estado, después rabia, pura y abrasadora la cual hizo que atacara a Crabbe, finalmente no había sentido nada, en su cabeza había una voz que le decía que estaba llendo demaciado lejos pero se desconectó de ella sin mucho esfuerzo. De no haber sido por Draco estaba seguro que no se habría detenido.

La mano sobre su brazo le había transmitido calma, lo había regresado a la realidad y justo ese sentimiento que se había esforzado tanto por reprimir había vuelto a surgir.

Se levantó para subir a su dormitorio, esperaba que, si era capaz de volver a conciliar el sueño está vez fuera sin pesadillas. La noche anterior pese a lo incómodo de la postura en la que se quedó dormido sintió que fue la primera vez en semanas que descansaba, aunque se negaba admitir que la razón había sido Draco.

Cuando se quitó la sudadera para empezar a cambiarse vio un papel caer de su bolsillo. La letra era fina y bastante bonita.

"Tome prestada tu capa para regresar a mi dormitorio, la devolveré pronto.
D."

Harry sonrió, ni siquiera sus amigos habían tomado prestada la capa antes sin pedirla primero, sabían lo importante que era para él. Aunque Malfoy seguramente desconocía esa información. Termino de cambiarse y se metio a la cama, casi de inmediato se quedó dormido, no volvió a tener pesadillas, en su lugar soño con el recuerdo de los dos que Draco había creado para Dumbledore.

Esa mañana al despertar se sentía mejor, Ron estaba un poco callado en comparación al resto de sus compañeros, al igual que él estaba preocupado por su hermana, esperaba que ya se hubiera despertado. Después de cambiarse bajaron a la sala común, para su sorpresa Hermione y Ginny los esperaban en la entrada. El alivio en la cara de Ron fue notorio, abrazo a su hermana hasta que ella riendo se lo quito de encima.

-Estoy bien, lo prometo. Soy más fuerte de lo que crees.

-¿Nos dirás que fue lo que pasó? -le pregunto Ron.

-Si, pero más tarde. Ahora muero de hambre -le dirigió una significativa mirada a Harry, que de inmediato le pasó el brazo por los hombros y empezó a guiarla hacia la salida.

-Llevaré a mi novia por el desayuno que se merece -les dijo a sus amigos, quienes los siguieron. Harry no paso por alto este hecho, querían evitar que se escabulleran como siempre.

Cuando llegaron al gran comedor vieron sentado en su mesa a Crabbe al lado de Malfoy y Goyle, se veían marcas rojas en sus regordetas mejillas y una venda sobresalía del cuello de su camisa. Cuando Malfoy los vio entrar se acercó a Crabbe para susurrarle algo, esto hizo que se encogiera un poco en el asiento y empezará a jugar con su comida.

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