Estaba de más decir que Draco Malfoy había crecido rodeado de lujos y privilegios, a diferencia de algunos de sus compañeros el amaba regresar a casa cada que podía, sus padres aunque estrictos lo amaban y lo colmaban de atención.
Nunca se había puesto a pensar que tan peligrosos eran sus ideales, sobretodo los de su padre, hasta que finalizó su cuarto año. Los mortifagos entraban y salían de su casa bajo la máscara de amistades y gente de la más alta sociedad mágica y solo en la mansión dentro de las más secretas reuniones se revelaban sus intenciones.
Lucius había proporcionado a su amo un lugar seguro donde residir mientras los planes de este eran llevados a cabo, más seguidores de los que el Señor Tenebroso esperaba, regresaron a servirle. Y tras la fuga de Azkaban del año pasado había podido recuperar a sus mortifagos más crueles. Consideraba la batalla en el ministerio un pequeño fracaso, solo había servido para ponerlo en evidencia, de nuevo había perdido a algunos de sus mortifagos más fieles, entre ellos Lucius, sin embargo, el conocimiento que obtuvo valía la pena. El maldito chico se estaba rompiendo, al poseerlo no solo sintió su dolor, si no también su ira solo tenía que apretar un poco más y Draco era clave para este nuevo plan.
Todos pensaron que era un castigo para Lucius cuando obligo a Draco a unirse como mortifago, solo tenía dieciséis años, era un niño. Lo que nadie sabía era lo que había visto en la mente de Potter, probablemente ni siquiera él mismo se había dado cuenta de sus sentimientos ante Draco, iba a ser su golpe final, gracias a su plan no solo no tendría que cumplirse la profecía si no que añadiría a uno de los elementos enemigos más fuertes a sus filas.
Draco tenía ganas de llorar y gritar todo el tiempo, se sentía acosado y perseguido. El verano en la mansión había sido horrible, lleno de tortura y dolor, todos pensaban que lo disfrutaba, que él había querido eso pero solo era supervivencia, era el bando en el que le había tocado vivir. Agradecía haber aprendido oclumancia porque a menudo pensaba en escapar para entregarse a Dumbledore, con su padre en Azkaban solo contaba con su madre y el temor por ella era lo que lo hacía quedarse dónde estaba. Había visto como la torturaban, los gritos resonaban en sus pesadillas, tenía miedo de dormir, tenía miedo de que lo descubrieran.
Y Potter no dejaba de aparecerse en todos lados, a veces solo, a veces tomado de la mano de la más pequeña de los Weasley, ojalá hubiera regresado a Londres en el tren como el lo había esperado, pero como siempre lo habían encontrado. A menudo se preguntaba si el chico no estaba harto de todas las atenciones hacia él, San Potter, el elegido, solo pensarlo le daba náuseas.
Se había escondido detrás de una estatua en uno de los pasillos que encontró vacíos, se había alejado de sus amigos en cuanto noto que le costaba respirar, ya había tenido esos ataques antes pero últimamente habían empeorado y casi siempre iban acompañados de los gritos de su madre que sonaban en repetición en su cabeza. Goyle y Crabbe no tardaron en encontrarlo, ya se había calmado pero odiaba que se mantuvieran siempre tan cerca de el, sobre todo porque sospechaba que sus padres mortifagos eran quienes los obligaban a estar detrás de el, esperando que cometiera algún error.
Draco se había levantado el suelo y les había pedido que se fueran, Crabbe iba a protestar, cuando los tres escucharon los pasos apresurados de la chica Weasley, Potter no tardó en acudir detrás de ella como siempre, Draco los ignoro para concentrarse en sus dos guardias al tiempo que escuchaba como la traidora de la sangre atacaba a Potter, una multitud de estudiantes los había rodeado, la mayoría de Gryffindor, nadie sabía que hacer mientras Potter y Weasley se atacaban, Ginny choco contra él cuando intentaba apartarse del hechizo que Potter le había lanzado, estaba a punto de noquearlo cuando Draco por impulso lanzo un Expelliarmus arrebatándole la varita, todos voltearon hacia el, pero ni el mismo podría explicar porque lo había hecho, aventó la varita de Weasley hacia Potter y salió corriendo antes de que cualquiera lograra alcanzarlo.

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Lealtad
FanfictionHarry ya no quiere ser más el elegido siente que solo ha sido utilizado por Dumbledore y la Orden. Después de la muerte de Sirius busca venganza por todo el daño que le han echo y encuentra aliados donde no lo había esperado. Por primera vez Harry s...