La luz del sol fue lo que los despertó el día antes de navidad, entrando por la ventana y dando directamente en sus caras, ya que no habían cerrado los cortinajes. Harry se removió detrás de Draco y oculto la cara en su cuello.
-Es muy temprano - se quejó.
Draco se estiró, la luz reflejada en su anillo mando destellos arcoiris a través de la habitación.
-No, nos levantemos aún -dijo Harry -Dobby puede traernos el desayuno.
-No creo que debas abusar demaciado del elfo, a menos que hayas hecho que mi padre lo liberará para que pudiera servirte a ti.
-Esta bien. ¿Al menos podemos bañarnos juntos?
Así lo hicieron, se había vuelto parte de una rutina que esperaban mantener mientras se encontraban solos. La comodidad habia venido a suplantar a la timidez. Durante esos días habían tenido más encuentros, aunque aún no se atrevían a traspasar la línea que se habían impuesto. Esa mañana se conformaron con besos dulces bajo el chorro del agua caliente y salieron.
Draco, previendo que pasaría las vacaciones por entero en Gryffindor se había llevado algo de ropa. Le gustaba la sobriedad y el lujo de sus prendas, había rescatado sus favoritas de la mansión antes de regresar al castillo por lo que su equipaje estaba más lleno de lo habitual, se lamento haber dejado las capas que habían pertenecido a su padre, siempre las había admirado y había esperado por crecer lo suficiente para llevarlas. Sin embargo, con sus padres lejos de la mansion seguramente se habrían perdido. Los malditos mortifagos siempre se llevaban cosas, aunque muchos pertenecían a respetables familias de sangre limpia ninguno podía abstenerse de robar algo de los Malfoy aunque solo fuera para tener un trofeo de la familia que cayó en desgracia.
Ese día trato de vestir como siempre, con pantalones oscuros y una camisa negra de seda, cuyo cuello sobresalía del suéter color hueso que decidió usar, el suéter tenía entretejidas sutiles serpientes plateadas que solo podían admirarse de cerca pero con la luz del sol resplandecían levemente. Para él era un atuendo sencillo para un día de descanso pero comparado con Harry parecía que estaba listo para salir a una importante reunión.
Harry a diferencia de Draco, nunca le había dado mucha importancia a la ropa, aún tenía varias prendas heredadas de Dudley que si bien antes le molestaba lo grande que le quedaban ahora que había adquirido una estatura aceptable le lucian mejor. Tenía también algunas piezas que Sirius le había dado y otras que había comprado el mismo pero que cuando estaba con los Dursley tenía que esconder (aún no sabían de su generosa fortuna) aún así la totalidad de su guardarropa no abarcaba ni la mitad del Draco. Otra gran diferencia entre los dos era su estilo, si bien ambos habían nacido en familias adineradas a Harry nadie había podido enseñarle cómo es que los jóvenes magos se vestían, había tomado algunos ejemplos de Sirius y Remus pero siempre terminaba por decaer en un estilo muggle simple, por lo que esa mañana había acabado con jeans (aunque eran los más nuevos que tenía) una playera de un grupo de rock mágico que le habían regalado los gemelos y un sencillo saco negro. Se sentía algo sobre vestido pero cuando finalmente vio a Draco comprendió que se había quedado corto.
Bajaron a desayunar, en vista de las pocas personas en el castillo solo había quedado una mesa larga al centro aparte de la de profesores frente a ellos. Después del desayuno ambos fueron hacia la sala de menesteres, habían acudido a ella casi a diario y trataban de avanzar en la búsqueda lo más que pudieran. Tenían todo el día de ser necesario, aunque por la noche debían presentarse en la cena de noche buena.
Una vez dentro, Harry se quito su saco y lo dejo aun lado, la sala le daba calor. De nuevo se dividieron, con una persona menos habían tenido más terreno que abarcar cada uno, después de un rato Draco grito:

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Lealtad
FanfictionHarry ya no quiere ser más el elegido siente que solo ha sido utilizado por Dumbledore y la Orden. Después de la muerte de Sirius busca venganza por todo el daño que le han echo y encuentra aliados donde no lo había esperado. Por primera vez Harry s...