13. Recompensas

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⚠️ ADVERTENCIA DE CONTENIDO ⚠️
Este capítulo contiene una escena un poco subida de tono, continuar con precaución.

Cuando Harry por fin se levantó y volvió a dirigirles la palabra llevaban por lo menos dos horas en la sala, las clases se habían suspendido como pudo comprobar Ginny cuando salió por unos momentos para ver qué pasaba.

En el castillo todos estaban conmocionados, no era la primer muerte o desaparición de la que se enteraban, pero si era alguien a quien casi todos habían conocido.

-¿Por qué escribieron que estaba muerto? -fue la primera pregunta que soltó Harry.

-Debieron disponerlo de esa forma, tal vez Remus estaba llevando a cabo su propia misión y no les era conveniente. Recuerda lo que dijo: "No confíes en nadie" -respondió Ginny.

-Ya no está en la Orden, entonces. ¿Vieron la reacción de los profesores? O no sabían nada o son muy buenos actores. Deberia mandarle un mensaje.

-No creo que sea conveniente -intervino Draco -. No conocemos los detalles de la situación en la que se encuentra, podríamos arriesgarlo. Es mejor esperar a que el diga algo. Tuvimos suerte de que escucharamos el mensaje solo nosotros.

-No creo que haya sido suerte -dijo Ginny -. Remus conoce perfectamente bien a Harry, por eso tardo en enviarlo, sabía a qué hora recibiríamos el periódico y calculo un tiempo adecuado para que estuviéramos solos.

-¿Qué hacemos ahora? -pregunto Draco

-Lo único que podemos hacer, fingir. Aprovecharé está tarde para ir con Slughorn.

Horas más tarde Harry se dirigía a la oficina del profesor de pociones. Después de discutirlo con Ginny y Draco habían llegado a una especie de plan que esperaba funcionará con el profesor. Gracias a Hermione sabía que tenía reuniones con los alumnos más destacados, si bien en un principio había querido reclutar a Harry entre ellos después de varias negativas, algunas dadas de muy mala manera, había dejado de invitarlo. Pero pretendía que eso cambiará tras su conversación. Tocó suavemente, los anillos rebotaron contra la madera. Escucho pasos apresurados hacia la puerta.

-¡Oh, Harry! ¡Que sorpresa! ¿En qué te puedo ayudar?

-Queria hablar con usted un momento.

-Claro, claro. Pasa muchacho. Siéntate -le dijo una vez que entró, señalando una cómoda butaca frente a su chimenea, el tomo asiento en la otra.

-Supongo que está enterado de lo que pasó con el profesor Lupin.

-Oh si, una pena, de verdad. Le di clases ¿Sabes? Uno de mis mejores alumnos, prefecto. Sumamente callado. Me entristeció mucho saber sobre su condición.

-Es justo por eso que quería hablar con usted -trato de imprimir toda la melancolía que pudo sin parecer forzado en su voz -. Usted los conocio. A mis padres y... a mi padrino Sirius y el profesor Lupin, eran sus mejores amigos, me permitían tener una conexión con ellos. Pero ahora...

Dejo que la voz se apagará, finalmente sintió que si había forzado un poco su tono, pero Slughorn no pareció notarlo, en cambio cuando levanto su vista el profesor se enjugaba discretamente una lágrima con su pañuelo.

-Te entiendo, Harry. Perder a alguien que queremos es sumamente doloroso.

Se quedaron en silencio durante un rato durante el cual el profesor suspiraba de vez en cuando mientras veía las llamas arder.

-¿Sabe lo que más me duele? -dijo Harry, Slughorn negó mirandolo-. Que no puedo enfrentarme al causante de sus muertes. No estoy listo para enfrentarme a él, no sin la información necesaria.

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