Daddy Hyunjin ❁ HyunIn

❥. CAPÍTULO I

—Aquí está su pedido, gracias por venir —Jeongin mostró su cálida sonrisa mientras entregaba el pedido al cliente que tenía delante.

—Que tenga un buen día —, añadió mientras el cliente sonreía antes de darse la vuelta y salir de la tienda.

Una vez que el cliente, que era el último de su turno esa tarde, se fue, la sonrisa de Jeongin se desvaneció mientras suspiraba, dándose la vuelta y caminando dentro de la habitación de los empleados para cambiar su ropa de trabajo a su ropa casual y fresca. Una vez que ha terminado de cambiarse y arreglar sus cosas, es cuando el siguiente trabajador entra en la habitación.

—¡Hola, Jeongin! —, Renjun sonrió, abriendo a su casillero para poner sus cosas dentro mientras Jeongin tarareaba y murmuraba un suave:

—Hola, Renjun.

—¿Te vas a casa? —, preguntó Renjun al cerrar la puerta de su casillero mientras sostenía una bolsa de papel hacia Jeongin. —Jaemin horneó algunas galletas y Jeno me dijo que te trajera algunas. Sé que le gustarán.

Jeongin sonrió, llevando su mochila a su hombro cuando tomó la bolsa de papel de esta última. —Gracias, se suponía que iba a comprarle algo de comer, pero supongo que le daré esto en su lugar. Menos gastos —se río, agarrando el asa de la bolsa de papel.

—Dile a ese lindo pequeño que el tío Renjun le manda saludos —Renjun se rió, agitando sus manos a Jeongin que hizo lo mismo y diciendo un suave "lo haré" antes de salir de la sala de empleados y de la tienda.

Jeongin caminó hacia la parada del autobús, suspirando de alivio cuando pudo entrar en el autobús que casi estaba vacío. se sentó en el asiento junto a la ventana mientras observaba la concurrida calle de afuera. Sólo le tomó siete minutos antes de llegar a su parada, dio un golpecito a su tarjeta al bajar del autobús. Serán otros cinco minutos de caminata antes de llegar a su lugar.

—Buenas tardes ahjussi —Jeongin saludó educadamente, inclinándose ligeramente ante el guardia del edificio de apartamentos.

—Oh Jeongin, buenas tardes. ¿Cómo va tu día? —El guardia le devolvió el saludo con alegría. Jeongin se río un poco al entrar en la puerta.

—Sigue siendo el mismo día agitado en la cafetería ahjussi —respondió mientras se despedía del guardia y subía las escaleras, subiendo al segundo piso, sacó la llave de la puerta del bolsillo de sus jeans.

Una vez que llegó a su puerta, puso la llave y la giró, escuchó el chasquido antes de abrirla, el silencio le dio la bienvenida mientras se quitaba los zapatos y la ponía ordenadamente al lado de la entrada.

—Estoy en casa —anunció, entrando en el pequeño salón mientras ponía su mochila y la bolsa de papel en el sofá. Su frente se arrugó en la confusión mientras miraba alrededor, nadie le contestaba, lo cual era realmente inusual. Su apartamento siempre era ruidoso cuando volvía a casa.

—¿Jisung? —llamó a su amigo.

Estaba tan ocupado llamando y pensando que tal vez se fueron a algún lugar que no notó una pequeña figura saliendo de la cocina y caminando lentamente en silencio detrás de él.

—Jung- ¡oh Dios mío! —, gritó Jeongin a medio camino de llamar cuando sintió dos pequeños brazos abrazando sus piernas.

—¡Papá! —, gritó una pequeña voz, seguida de una fuerte risa, haciendo que Jeongin suspirara y sonriera con alivio mientras su hijo se soltaba y se ponía delante de él, levantando los brazos, haciendo una señal a su padre para que lo cargara.

—Jungwon —Jeongin llamó, cargando al bebé y besando sus mejillas, haciendo reír al bebé. —Aish, ¿dónde está tu tío Jisung? Ustedes dos se están burlando de mí otra vez —, regañó bromeando, golpeando la nariz del bebé.