Todos tenemos secretos, pero quizás el más oscuro y peligroso sea el de Johnny, quien lleva toda la vida fingiendo ser alguien que no es. Mintiendo a sus seres queridos. Pretendiendo ser un simple lobo. Pero ¿qué pasará cuando su secreto quede al de...
Más grande que nunca y teñido de intenso rojo escarlata, el satélite corona el cielo nocturno como el sumo monarca. Las estrellas, temerosas de su violenta furia, se han escondido y apenas se ve su tenue brillo en la negritud. Por su parte, los animales permanecen en silencio, como si estuvieran conteniendo la respiración, cobijados en sus estrechos refugios y profundas madrigueras.
Los eclipses son así. Tienen poder. Crean alteraciones en el ambiente y afectan al comportamiento de los seres vivos. Quizás sea esta influencia la que dinamita que todo ocurra esta noche.
El territorio de los lobos está sumido en un tenso silencio. Sus fronteras están desvigiladas, pero solo un necio sería tan tonto como para atreverse a cruzarlas. Que no haya lobos patrullando no quiere decir que no vaya a morir poco después de adentrarse en sus dominios.
Aunque tampoco es que haya nadie merodeando por el resto del bosque. La nieve lo asola todo. Desde el suelo hasta las ramas de los árboles. Ya no hay flores ni malas hierbas que se atrevan a crecer a través del manto helado, solo pequeños arbustos cubiertos de escarcha y hermosos copos cristalizados.
El frío es una constante. Día y noche las bajas temperaturas mantienen la superficie de lagunas, ríos e ibones congelada, convirtiéndolos en espejos perfectos que reflejan el siniestro resplandor de la luna de sangre.
Pasada la media noche, comienzan a escucharse los gruñidos. La violencia carga el aire. Electricidad y fuego al mismo tiempo que invaden el territorio de los lobos y a sus peligrosos habitantes.
La manada está congregada en un solo lugar. A las puertas de las grutas subterráneas que conforman su hogar. Lobos más grandes y más fieros que cualquier otro individuo de su misma especie. Muy pocos saben que por sus venas corre la sangre de los Cambiaformas. Seres capaces de adoptar forma humana. Aunque el paso del tiempo, la mezcla de material genético y la reproducciones cruzadas han diluido esta habilidad tanto que muchos de ellos ni siquiera la conservan, convirtiéndose así en meros animales.
Simples lobos.
El alfa de la manada es uno de éstos. Un lobo incapaz de adoptar forma humana, al menos, no en el mundo en el que caminamos despiertos, pero en el de los sueños...Bueno, eso forma parte de otra historia. Una que ya ha sido contada y que en estos momentos no importa demasiado, pues Vhalo se encuentra en una situación bastante comprometida.
La manada forma un círculo alrededor de su alfa. Los rasgos del gran lobo blanco, cortados por las cicatrices del pasado, se endurecen cuando uno de sus subalternos da un paso al frente con la clara intención de desafiarlo.
Después de la desaparición de su hija y la marcha de su compañera y co-alfa de la manada, Vhalo se encerró en sí mismo y su mente es ahora un oscuro y tenebroso lugar lleno de demonios que le susurran al oído palabras venenosas.
<< No sirves para nada >>.
<< Eres un estorbo >>.
<< Un inútil >>.
Al final, todos estos malos pensamientos, lo han llevado a aislarse de los demás, a convertirse en un ermitaño malhumorado. Este cambio en su alfa también ha afectado al resto de la manada que apenas ha sido capaz de funcionar con normalidad. Así pues, la posición de Vhalo lleva meses debilitándose, por lo que no es una sorpresa lo que está a punto de ocurrir.
Llamas de furia, tan rojas como el tono natural de sus ojos, estallan en la mirada del alfa cuando su contrincante camina decidido y confiado en su dirección. Su osadía es una auténtica traición, una que Vhalo está dispuesto a castigar con sangre.
El enfrentamiento que se sucede es quizás la pelea más violenta que haya sucedido nunca entre los lobos de la manada. Hay desgarros, huesos rotos, dentelladas y zarpazos tan brutales como mortíferos. Cuando la pelea acaba hay un claro vencedor y los lobos aúllan a la noche.
Vhalo ha sido despojado de su posición y un nuevo alfa se erige bajo el resplandor rojizo de la luna de sangre.
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Menudo comienzo más desalentador para la 6ª historia de la saga. Un nuevo lobo se ha hecho con la posición de alfa de la manada.
