JOHNNY
Ryker desvía la mirada hacia Dana como buscando confirmación.
Sé lo que está viendo. Un hombre joven al que no ha visto nunca con los ojos de un lobo al que conoce muy bien. También imagino lo que está sintiendo. Incredulidad y confusión a partes iguales.
— No puede ser — murmura.
Dana, que ha retrocedido hasta quedar en un lateral de la habitación, asiente despacio.
— Es él — afirma ella y los brillantes ojos de Ryker vuelven de nuevo hacia mí.
Lo veo inspirar profundamente. Una, dos, tres veces... Sé lo que está haciendo. Está olfateando mi olor. Su ceño se frunce cuando es incapaz de reconocerlo. Confundido ante el hecho de que no coincide con el del lobo cuya forma soy capaz de adoptar.
Algunos Cambiaformas pueden ver a través de las paredes, otros atraviesan barreras mentales y leen pensamientos y unos pocos caminan entre el mundo de los sueños y la realidad.
Yo puedo enmascarar mi olor. Es lo que me ha permitido llevar una doble vida durante todos estos años. Moverme dentro de la manada y entre los habitantes de este pueblo sin levantar sospechas. Sin dejar un rastro que pudiera conducir directamente hacia mí.
La tensión crece por momentos en la habitación.
— ¿Puedes transformarte? — pregunta Ryker a pesar de tener la respuesta ante sus narices.
— Siempre he podido.
Ryker estrecha los ojos mientras me mira de arriba a abajo. Desde mis pantalones oscuros hasta mi camiseta demasiado pequeña.
— Pero nunca has dicho nada — contraataca despacio, aun confundido.
— No.
Mis respuestas demasiado escuetas y escasas en detalles comienzan a irritarlo. Sin embargo, este no es el momento de revelar mi relación con Dante. Si lo hiciera, nada de lo que fuese a decir a continuación serviría de mucho.
— Estás herido. Bien — comenta al comprender que el olor a sangre que flota en el ambiente me pertenece —. Te lo mereces después de lo que has hecho, sucio perro traicionero.
Aprieto los dientes con fuerza cuando su insulto me golpea con fuerza. Esperaba esas palabras de él, pero no tan pronto. El hecho es que duelen. Duelen como si hubiera recibido un golpe físico real.
— Lo que he hecho debía hacerse, Ryker — rebato con determinación —. Lo sabes mejor que nadie. Vhalo no está en posición de dirigir nada.
— ¡Vhalo merece nuestra lealtad! — exclama él dando un amenazante paso en mi dirección —. Y tú lo has traicionado de la manera más vil. Esperando hasta que estuviera en su punto más bajo, debilitado, para atacar y robarle el puesto de alfa.
Es increíble como el paso del tiempo y los acontecimientos vividos pueden cambiar la mentalidad de una persona. Hace años Ryker detestaba a Vhalo y aquella relación de enemistad solo hizo que empeorar después de la aparición de Amara. Aunque después las cosas cambiaron. Solo hizo falta que Ryker recibiera un balazo, que estuviera al borde de la muerte y que Amara lo salvara, para darse cuenta de que quizás los humanos no fueran tan malos y de que Vhalo, a pesar de su albinismo, era fuerte y se había convertido en alfa de forma justa.
— He hecho lo que tú no te has atrevido a hacer. Deberías haber sido tú, Ryker, quién diera un paso adelante para convertirte en el alfa de la manda. Eres fuerte y los lobos te respetan. Sin embargo, esa lealtad de la que hablas te ha impedido ver que Vhalo está mal. Que después de todo lo que ha pasado y de todo lo que ha sufrido necesita tiempo. Tiempo para sanar. Sin responsabilidades ni ningún tipo de peso sobre sus hombros
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Secretos oscuros © #6
FantasiaTodos tenemos secretos, pero quizás el más oscuro y peligroso sea el de Johnny, quien lleva toda la vida fingiendo ser alguien que no es. Mintiendo a sus seres queridos. Pretendiendo ser un simple lobo. Pero ¿qué pasará cuando su secreto quede al de...