I felt in my bones

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𝙄 𝙛𝙚𝙡𝙩 𝙞𝙣 𝙢𝙮 𝙗𝙤𝙣𝙚𝙨.

Hadar maulló alegre por su nuevo y espacioso gimnasio atercipelado, Mila y Wolfgang sonreían satisfechos por su bonita creación, tardaron dos horas armándolo y encontrando sentido a las piezas, era uno de esos lujosos gimnasios llenos de particula...

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Hadar maulló alegre por su nuevo y espacioso gimnasio atercipelado, Mila y Wolfgang sonreían satisfechos por su bonita creación, tardaron dos horas armándolo y encontrando sentido a las piezas, era uno de esos lujosos gimnasios llenos de particularidades, lugar de relajación, sitio de juego e incluso zona para comer y tomar agua en lo alto, Hadar tenia su propio complejo.

– Bueno, dame cinco – Wolfgang alzó la mano y Mila choco las palmas –

Luego tomó a Hadar y la subió a la parte intermedia del gimnasio, la gata comenzó a explorar cautelosamente, era una gatita desconfiada con las cosas nuevas.

– He estado investigando universidades... – comentó Mila dirigiéndose al bonito balcón que Wolfgang tenía en su habitación, él la siguió.

– ¿Ah, sí?

Vio a su hermana asentir mirando el bosque a las profundidades – Quiero ir a la universidad y estudiar una carrera, es que... quiero ser más que solo parte de un equipo de personas dementes – se burló, Wolfgang soltó una risotada. – ¡Hablo enserio!

– Te felicito por esa decisión – le sonrió – Sabes que cuentas conmigo, pero...

– Sí, también lo he pensando – murmuró Mila bajando los hombros – No es el momento para ir a la universidad.

Wolfgang asintió, por un momento se sentía... impotente por no poder hacer nada para mantener a Mila completamente feliz. Ellos habían pasado por tanto en la vida que... a pesar de los esfuerzos, todavía seguían siendo peligrosos y el mundo seguía siendo peligroso para ellos, era una continua riña de poderes que... al final quien sabe si terminaran vivos, ellos podrían ser... poderosos pero no era invencibles, una bala en la cabeza y estaría literalmente perdido.

– Lo siento mucho – murmuró Wolfgang – Nunca pensé que en este lugar...

– No culpes a nadie, Wolf – susurró Mila – Ellos solo tratan de ayudarnos, Kinn solo trata de... mantenernos a salvo.

Wolfgang asintió, él en verdad lo sabía... – Pero debió ser sincero conmigo cuando nos vimos en Moscú.

– Ahora lo está haciendo.

– Lo fue con el imbécil de Kim y con Porsche mucho antes – replicó Wolfgang pero suspiró – Quizá solo tengo pavor de que te hagan daño.

Mila negó – Difícilmente – ella se burló – Literalmente puedo sanar mucho más rápido que cualquier humano, Wolf, lo sabes.

– Lo sé, pero... – Wolfgang la rodeó con sus brazos – No dejas de ser mi hermanita y el ser más importante para mí.

Ella correspondió rápidamente al abrazo. – Y tú el mío – murmuró. Ambos se quedaron mirando el atardecer desde el balcón y sintiendo la brisa cálida de Bangkok, estaban acostumbrados al frío de Moscú, así que sentir aquella tibieza era un punto positivo para su estancia en ese lugar.

BEAUTIFUL HUMAN -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora