Pareja de oro-RAGONEY

7. 2023-Agoney

2023. Agoney

Lo bueno de estar ocupado en el rodaje de la serie de Nerea es que tengo excusas para no verlo. Ahora ya ha pasado más de una semana desde que volvió y lo he visto todos los días, al menos hasta que el rodaje se ha vuelto... diferente.

Las protagonistas y otro de los actores aún tienen cosas que grabar, creo que en Barcelona, pero la mayoría del casting tenemos solo una escena más, la escena final de la serie, que se graba en Benidorm.

Y aquí estamos por los próximos días, en la playa, relajados, sin tener que preocuparme por un ex idiota con el que tengo que fingir y que adora molestarme porque sabe a la perfección lo que me hace saltar. Es el problema de darle tanto poder a una persona, que cuando estás enamorado simplemente le das todas las herramientas al otro para hacerte daño y esperas a que no lo haga.

No me pasa.

El rodaje se divide en dos días para aprovechar las horas de luz que necesitamos, así que el resto del tiempo estamos de fiesta o disfrutando de la playa.

Las últimas tomas son ya nocturnas, así que, cuando me voy a la playa solo, está oscuro y vacío. Es justo lo que necesito, así que no me quejo.

Me enciendo un cigarrillo por gusto, más que por ansiedad. Sé que no debería, no cuando no tengo a Raoul cerca para joder, pero a veces sienta bien tener el poder de elegir. Cuando la ansiedad lo invade todo, me siento más obligado y odio perder el control con toda mi alma.

Pienso en dejar de fumar en cuanto acabe la promo con Raoul, lo que me lleva a pensar en cómo lo anunciaremos. Hay gente que pone un comunicado en sus redes sociales, pero nosotros nunca hemos sido así. No anunciamos nuestra relación así, ¿por qué deberíamos hacerlo para acabarla?

Si me preguntan ideas, creo que debería ser tan sutil como cuando nos pillaron en nuestro primer beso, pero orquestado por nosotros. Deberíamos filtrarlo a alguna revista del corazón, que nos den un dinero por la información, para que al menos estos meses merezcan la pena.

Lo único que tengo claro es que no quiero tener que decirlo de forma directa. No quiero ver cómo buscan culpables, no quiero que piensen en ninguno de los dos. Ninguno la tiene, en realidad. Él se desenamoró, no hay más. Habría roto conmigo de todas maneras, aunque no hubiera hecho la gilipollez que me rompió el corazón todavía más.

Doy otra calada mientras pienso en el inicio de la promo. Mireya ya me ha avisado que subiremos el tráiler después de que nos lo enseñen. Estamos en abril, pero la serie sale en dos meses y la gente tiene que empezar a hablar de ella. Hasta ahora, solo tenían un par de imágenes del rodaje y la promesa de que estaríamos juntos en ella.

Lo otro que tendré que hacer en cuanto vuelva a Madrid es enfrentarme a mi primer casting importante desde hace meses. Ahora que lo pienso, para «Alzar la voz» no hicimos casting, porque nos querían como pareja, así que seguramente haya pasado más de un año desde la última vez que me cogieron en uno.

He leído el trozo del guion que me han pasado más de mil veces. Tengo mis frases memorizadas, y las de mi coprotagonista casi que también. Sé todo sobre su pasado, cada detalle que lo ha llevado a convertirse en la persona que es durante la película, y poco a poco me he conectado con él. No querría jamás tener que enfrentarme a las situaciones que ha tenido que vivir, pero creo que entiendo su dolor. Perderlo todo de un momento al otro, aunque el contexto sea distinto, es algo con lo que he tenido que lidiar.

Puede que esta no sea una interpretación de Oscar, porque casi no hay opciones para producciones españolas, pero sí sé que voy a poder hacer un buen trabajo.

Solo me falta mantener esa actitud en el dichoso casting.

—¿Ni ahora dejas de fumar? ¿En serio?

Por un momento, pienso que me estoy volviendo loco, porque no es normal que el universo me juegue tan malas pasadas. Pero alzo la mirada y ahí está, de brazos cruzados y mirándome como si me juzgara.