2019. Raoul
Los Feroz supusieron un antes y un después en nuestra relación y la publicidad que mostrábamos y que recibíamos. Durante toda la semana después, fuimos trending topic casi cada día y las redes sociales se llenaron del vídeo del beso, en ocasiones entremezclado con el discurso de Ago y otras imágenes que nos habían echado paparazzis.
También hubo memes, tanto con el influencer que me acompañaba, cuya cara sigue siendo recordada a día de hoy, como con el premio que recibió Ago, que dejó en el atril sin mucho cuidado para besarme. También nos escribieron de varias revistas y portales LGBT por si queríamos dar una entrevista y posar para ellos. Todas rechazadas.
A lo que sí respondimos fue a los cientos de mensajes y cartas por la gente para la que habíamos significado algo. Había sido solo un beso preso de la emoción, pero era increíble saber que podíamos lograr un cambio con tan poquito.
Esas cartas, correos y mensajes fueron lo único que se mantuvo a lo largo del tiempo. A día de hoy mucha gente nos sigue recordando lo importante que fue ese momento, y lo que seguimos haciendo con nuestra visibilidad.
Lo más importante para nosotros fue que podíamos dejar de escondernos. No había sido planeado, no lo habríamos podido hacer mejor de haberlo pensado antes, y era lo mejor que podía pasarnos.
Además, como digo, eso fue solo una semana. Después, la conversación pasó a un lío con un influencer cancelado y se nos olvidó un poco en ese sentido. Eso era bueno, porque nos daba la normalidad que tanto habíamos deseado.
Era perfecto.
Profesionalmente hablando, Ago volvió solo dos días después a terminar de grabar «Libertas». Cada vez les quedaba menos, pero los premios de principios y finales de año habían atrasado algunas partes del rodaje. Además, lo enlazó con los comienzos de «La Marca III». La tercera y última parte de su exitosa saga basada en lo sobrenatural ya había sido retrasada porque él tenía un compromiso con la otra película, pero era hora de ponerse con ello, para tenerla a principios del año siguiente.
Por mi lado..., era una mierda. Seguí intentando con algunos castings importantes, para pelis dramáticas de las que quería seguir haciendo después de «Pray». La vida del actor, lo sé a la perfección, consiste en llevarse muchos noes y disfrutar el sí que te llega de vez en cuando. A no ser que seas como mi novio, donde la mayor parte de las veces lo llamaban con la idea ya prevista y solo querían verlo hacer un casting sencillo antes de confirmarlo.
Algunos tienen suerte, supongo.
Eso sí, tuve la oportunidad de grabar un pequeño papel de un capítulo de una serie semanal de la tele, además de ser secundario en una película. Todo por intentar que no me pasara el día mirando al techo, esperando una oportunidad.
Lo único que me sacó de la apatía fue la gala de los Goya. Era la primera vez que íbamos a posar juntos en una alfombra roja y, aunque las aguas ya estaban calmadas, no sabíamos cómo sería.
Volvimos a vestirnos juntos en su casa. Ante la posibilidad de ganar su segundo Goya, se había puesto un traje mucho más espectacular que la otra vez, algo más básico. No dejaba de moverse de un lado a otro, a la espera de la limusina.
—¿Estás desquiciado por el premio, por posar juntos o por el discurso?
—¿Se puede estar desquiciado por todo a la vez? —Me graznó, causándome risa—. No te rías que no puedo más.
—Ago, irá bien. —Lo agarré de los hombros para evitar que siguiera mirándome—. A ti te salen las palabras de dentro. Mira la última vez, sin papelitos.
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Pareja de oro-RAGONEY
FanfictionEn el punto 0 de esta historia, una pareja acaba una discusión con el corazón tan roto como su relación. Cinco años en el pasado, Raoul nos cuenta cómo se conocieron, se enamoraron, y se amaron hasta que empezó a ser más real delante de una cámara q...