2023. Agoney
Sé que Raoul aún no me lo ha contado todo. Las inseguridades que ha estado arrastrando estos últimos años todavía lo tienen bien agarrado, no sea que se le ocurra ser vulnerable conmigo. Pero no me importa, porque lo que pasó la semana pasada fue un avance que no esperaba a estas alturas de nuestra relación. He pasado años siendo el que más daba en la relación, el que más se comunicaba, así que ha sido un alivio recibir algo de sinceridad, aunque esté así de emponzoñada.
Aún me duele pensar que se ha sentido así a mi lado, que mientras yo pensaba que éramos un equipo, él se veía a un escalón más bajo. Me rompe el corazón no haberlo notado antes, mucho más sabiendo a lo que llevó ese pensamiento recurrente.
De momento, estamos en una de las treguas más bonitas que hemos vivido. Seguimos sin dormir juntos, pero cada vez me cuesta menos sonreír cuando me lo cruzo por los pasillos. Él también está respetando mi deseo de que se vista en el baño, lo que es una mejoría.
Creo que también se nota de cara al público, lo que duele, porque supongo que no éramos tan buenos actores. Cada vez hay menos comentarios de una ruptura inminente, incluso hay bromas de que lo estamos pasando genial en casa. nada más lejos de la realidad, a mí aún me queda mucho por trabajar antes de plantearme un perdón real, sin guardarle ningún rencor. Como para pensar en sexo.
Ninguna de nuestras representantes ha abierto la boca acerca de nuestro cambio de actitud en público, pero Nerea tuvo más de una opinión:
—Dime que no te lo estás tirando. Y si lo estás tirando, ¿te puedo pegar, o se supone que tengo que apoyarte hasta que vuelvas a sufrir?
—No sé por qué piensas eso —me escondo tras el vaso de cerveza—, pero no ha pasado nada. Igual que las otras veces que me lo has preguntado. Llevo tanto sin follar que a estas alturas soy todo telarañas.
—Ay —arruga la nariz en mil pliegues—, qué asco, no quiero ese tipo de imágenes en mi vida, gracias.
—Pues no hagas preguntas estúpidas. ¿Te parece que yo me liaría con mi ex?
—No sé, es tu primer ex, quién sabe qué se pasa por esa cabecita. Es que te veo... más contento, y ese nivel de relajación en la mirada solo te la vi cuando estabais bien.
Alzo una ceja, pero me abstengo de opinar.
—Hemos hablado de cosas importantes... —admito, bajando la voz—, y entiendo algunas de sus acciones. Más o menos. La cuestión es que estamos en proceso de ser amigos, o al menos cordiales, y no nos va mal. No quiero estar peleado con él, es agotador.
—Bueno, al menos ya no fumas por tenerle cerca. Eso es lo único bueno que te trajo ese idiota.
Pongo una mueca, pero asiento. Es lo mismo que estuve pensando yo meses, desde que rompimos hasta que fumé por última vez. Pero no se lo acreditaré. Además, me trajo muchas más cosas buenas, por mucho que luego fuera un cabrón.
—En nada tengo que irme. —Reviso la hora y suspiro—. Tengo un par de entrevistas tontas que nos tocaban cuando estuvimos en Canarias.
—Yo también tengo que irme, no te preocupes. Tengo una premiere de no sé qué peli. Me extraña que no os manden allí a la parejita de oro.
Sonrío con ironía mientras recojo mis cosas.
—Es más importante terminar esta dichosa promo. Además, a estas alturas, poca gente duda de nosotros como pareja.
Esto le saca una carcajada.
—Ains, si supieran lo que es de verdad su pareja de oro y lo que te ha hecho sufrir...
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Pareja de oro-RAGONEY
FanfictionEn el punto 0 de esta historia, una pareja acaba una discusión con el corazón tan roto como su relación. Cinco años en el pasado, Raoul nos cuenta cómo se conocieron, se enamoraron, y se amaron hasta que empezó a ser más real delante de una cámara q...