•.𝐃𝐃𝐂.• | ¿Que tanta probabilidad hay de que el chico del que estuviste enamorada toda tu adolescencia, ahora sea tu vecino? O ¿Quizá haya algo más que eso?
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No pregunten como, pero luego de andarnos paseando en el parque, decidimos regresarnos a casa para guardar un poco de ropa, pues nos vinimos a un pueblito mágico.
Nos vinimos a Álamos, Sonora, pues habíamos preguntando a nuestros seguidores que a qué pueblito deberíamos visitar entre ellos estaba este lugar, la verdad es que habíamos escogido San Carlos y nos encanta pero ahorita no iríamos ya que está muy frío, entonces nos esperaremos.
Nos faltan 20 minutos para llegar a nuestro destino que sería el hotel, en el camino se hizo la reserva entonces llegaríamos sin preocupaciones, íbamos todos felices, pues sería un fin de semana solo nosotros.
A mí parecer, me hacía falta una escapadita, para despejar mi mente, la ida a Tulum si me ayudó pero no del todo, por otro lado después de lo sucedido en Halloween, pensábamos en no decirle a Gabito pues ya sabíamos cómo se ponía, pero aún así decidimos hablar con él, cosa que nos tomo por sopresa porque lo había comprendido y ya de ahí, no se ha vuelto hablar del tema.
Al fin llegamos a nuestro destino, nos bajamos junto a nuestras pequeñas maletas y nos adentramos al hotel.
- Cornelio: Hola, buenas tardes, hace un rato se hicieron 2 reservas a este hotel - comentó.
- Xx: ¿A nombre de Julissa Santillan? - preguntó.
- Cornelio: Si, es mi novia - respondió.
- Xx: Bien, mi nombre es Andrés, las llaves aquí las tienen, cualquier cosa, aquí estaremos para atenderles - comento y nos extendió la llaves.
Se habían hecho tres reservaciones, pues éramos muchos, sin mentir eramos diez, se dividirían 6 en una habitación ya que esa con 3 camas y en la otra serían 4 personas.
En la última habitación nos quedaríamos Cornelio, Valentín, Ashley y yo, claro yo dormí con mi novio, acomodamos todas nuestras cosas en el closet que había ahí.
- Ashley: ¿No hay frigobar? - preguntó.
- Valen: Si, tiene que tener, todos los hoteles lo tienen - respondió.
- Cornelio: Pues que tú digas, está a la vista, pues no, yo tampoco lo veo - comentó.
Comencé a caminar por la habitación y en efecto no había señales del frigobar, hasta que di con un mueble y abrí las puertas.
- María: Aquí está tu frigobar - dije y voltearon.
- Ashley: ¿Dónde estaba? - preguntó.
- María: Adentro de este mueble, solo abrí la puerta y ahí estaba - respondí y comenzamos a reír.
Ashley comenzó a guardar las cosas que necesitaba guardar en ese frigobar, los demás comenzamos a alistarnos pues iríamos de paseo por ahí, un rato ya que no tarda tanto en oscurecer, ya eran las 4:30 de la tarde.
Mandamos mensaje al grupo y dijimos que nos estaríamos esperando en el lobby para ahora sí irnos a dar un paseo, lo cual todos estuvieron de acuerdo. En menos de 20 minutos todos estábamos ya reunidos en el lugar indicado.
Salimos del hotel y como era de esperarse, había fans fuera del lugar que nos estaban esperando. Como siempre nos dimos nuestro tiempo de autografiar, tomar fotos, mandar saludos, etc.
Para nuestra suerte es que no eran muchos, después de terminar de atenderlos nos fuimos a una plaza que estaba cerca de nuestro lugar, andábamos caminando por ahí, comparando cosas innecesarias o cosas que veamos.
De un momento a otro, solo estábamos Cornelio y yo solos, digo no es que me mostraste, claro que no, pero no me di cuenta cuando los demás se alejaron. Llegamos a un puesto donde una señora ya un poco de edad avanzada, vendia cosas muy lindas.
- Cornelio: Mira amor, esto quedaría muy bonito en tu nueva boutique - dijo mostrándome un set de cojines y tapetes muy pequeños.
- María: Están muy lindo y más porque son blancos - dije emocionada.
Le pregunté a la señora por el precio de eso que me había mostrado cornelio, entre otras cosas y la verdad es que se me hizo muy barato todo, aún así le dimos dinero demás a la señora y nos agradeció.
Para este lapso de tiempo, nadie sabía sobre que quería abrir una boutique, pues estaba queriendo que fuera una sorpresa para todos y creo que está funcionando.
De rato, nos volvimos a juntar con los plebes, ya los habíamos encontrado, estaban a 6 puestos de nosotros.
- Gabito: No sé ustedes, pero yo ya tengo hambre - dijo.
- Willie: Yo le hago segunda - respondió.
Hassan: Yo le hago tercia - también dijo y todos comenzaron a formarse.
- Cornelio: Vamos a comer, nomas por este único día me pagaré la comida - dijo y todos nos emocionamos.
Fuimos a un restaurante pequeño, que nos estaban recomendando, que estaba muy rica la comida ahí, etc, así que decidimos ir.
Cada quien pidió su platico correspondiente junto a su bebida, a los minutos llegó la comida y comenzamos a degustarla. Sinceramente si estaba buena la comida pero tenía mis expectativas muy altas que no logro llegar, aún asi comí porque tenía hambre.
De los otros plebes ni hablar, ya casi se comían el plato, luego de comer y todo, salimos de ahí, y comenzamos a caminar más pues para que se nos bajara la comida.
- Ashley: Plebes me dieron ganas de vomitar - dijo y Estrella y yo la ayudamos para que pudiera vomitar.
- Estrella: ¿Estás bien? - preguntó asustada.
- Ashley: Si, creo se la comida me cayó pesada - respondió.
- Ramon: Ahorita buscamos un farmacia para comparte algo de tomar, si no te hara daño - sugirió.
- Ashley: No te preocupes Fer, así estoy bien, solo fue eso que comí - dijo y nadie contándome estamos satisfechos con la respuesta.
(...)
Ya eran las 10:38 de la noche, llevamos al hotel y cada quien se fue a su habitación, yo me cambié de ropa, y comencé a desmaquillarme, Ashley me pidió poco de mi skincare, así que accedí y ahí estábamos las dos en un solo baño desmaquillandonos.
Llegó la hora de irnos a dormir cuando en eso a los 4 nos llegan un sin fin de mensajes de Santi, pues somos había tomado fotos a todos en los momentos más precisos, así nos la mando para tenerla de recuerdo, claro que se le agradeció.
Ahora sí, dejamos nuestros celulares y nos fuimos a dormir, pues mañana nos tendríamos que despertar temprano para seguir con nuestras actividades aquí en Álamos..
- Valen: A ver que nos trae el día de mañana - dijo.
- Cornelio: Vemos, vemos dijo el ciego - dijo y reímos un poco.
- María: Ahora sí duérmanse, porque mañana ni se van a querer levantar - dije en forma de regaño.
- Valen: Si mamá, ya me voy a dormir - dijo como si estuviera regañado.
Nomás me reí y me acomodé en el pecho de Cornelio para poder dormir agusto, pues le día de hoy fue muy pesado, tanto la caminada , como el viaje de Obregón hasta aquí.