•.𝐃𝐃𝐂.• | ¿Que tanta probabilidad hay de que el chico del que estuviste enamorada toda tu adolescencia, ahora sea tu vecino? O ¿Quizá haya algo más que eso?
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Estos días últimamente han estado muy nublados. Pareciera que hoy si iba a caer una fuerte lluvia, pero no me podía quejar cuando estaba ese peculiar aroma a tierra mojada, me recordaba a aquella infancia feliz que tuve.
Corne había salido a comprar unas cosas que hacían falta en la casa, así que, yo me quedé en el sillón de la sala, tratando de dormir a Lito. En eso, escucho el timbre de la casa, así que acosté a mi bebé en su mesedor y salí a ver quién era.
Era Ashley.
Entró en silencio, con una expresión tensa que me daba a entender que algo mal estaba pasando. Tenía los ojos ligeramente enrojecidos, como si hubiera llorado, pero trataba de mantenerse firme.
Maria: - ¿Y ahora tú qué traes? - pregunté con una mezcla de preocupación y cariño. - Tienes cara de que el cielo se te vino encima.
Ashley, solo se limito a sentarse en el sofá sin emitir ningún sonido ni respuesta, mirando solo a Lito.
Ashley: - Necesito hablar contigo - dijo al fin, con voz apagada. - Pero prométeme que no vas a decir nada. Ni a mis suegros, ni a Cornelio, ni a nadie.
Maria: - Lo que me digas aquí se queda, sabes bien - respondí, sentándome frente a ella.
Hubo una pausa larga.
Ashley: - Creo… que Valentín me está engañando -
Levanté una ceja, incrédula.
Maria: - ¿Qué? ¿Valentín? ¿El que no se quita los zapatos ni para dormir? -
Ashley soltó una risa nerviosa.
Ashley: - Ya sé que suena raro. Pero no sé, hace semanas que lo noto raro. Llega tarde, siempre está con el teléfono, se esconde para contestar mensajes. Le pregunté directo una vez y me salió con que “estaba estresado del trabajo”.
Sabía que eso último era mentira, osea, si hay trabajo pero no al límite de estresarlos, lo sé por Cornelio y él me cuenta todo.
Maria: - ¿Y qué pruebas tienes?
Ashley abrió su bolso y sacó su celular.
Ashley: - Le tomé fotos a unos mensajes. No tengo las conversaciones completas, pero… mira esto.
Revisé las capturas: mensajes con nombre guardado como "Claudia", emojis, citas vagas como "Nos vemos después", "La pasé bien ayer", y una foto de una servilleta con una nota escrita a mano.
Maria: - No es que lo este justificando, para nada, pero esto no es prueba definitiva… - dije con cuidado. - Pero tampoco pinta bien.
Mi cuñada solo asintió, tragando saliva.
Ashley: - No sé si estoy exagerando… o si solo me estoy aferrando a no querer ver la verdad -
Maria: - Ashley, si tu instinto te está diciendo algo, es por algo. Pero no tomes decisiones a la ligera. Espía si tienes que espiar. A veces hay que saber antes de romper algo que no se puede reparar - sugerí.