SERENDIPIA [TOMMY SHELBY]

19

Los tres hermanos mayores, junto a Michael, Charlie y Curly iban en el auto dirección a la subasta. Charlie era el que conducía, siendo el que estaba más familiarizado con el camión para llevar los caballos y Tommy iba a su lado, dandole indicaciones.

Faltaba menos de medio camino cuando el motor hizo un sonido fuerte y humo negro empezó a salir del capó.

- Se está calentando, Curly, ¡ve a mirar! - le indicó Tommy a Curly después de abrir la parte trasera para que pudiera salir del auto.

- Si, si, si - respondió él dando un salto para bajar del auto.

- Yo voy a echar una meada. - anunció Charlie.

Mientras tanto, en la parte trasera permanecían sentados Arthur y Michael, siendo estos los únicos que no habían aprovechado el momento para estirar las piernas. Arthur estaba mas serio de lo habitual en él, sin embargo, era algo que había permanecido constante en su actitud desde la visita de la madre del chico que había matado en el ring. Michael intentaba permanecer quieto para evitar mostrar sus nervios, sabia que ese viaje era lo mas cerca que había estado nunca de lo que verdaderamente era la familia Shelby.

- Ha hecho un montón, ¿quieres uno? - le preguntó Michael a su primo mayor, sacando de su escondite la comida que Polly había insistido que debía llevar para el camino.

- ¿Qué cojones es eso? - fue la única respuesta que recibió de Arthur

- Sandwiches. Hay de jamón, también de pasta de gambas y hay té pero tenemos que turnarnos porque solo hay una taza. - explicó Michael mostrando la comida.

Al escucharlo, John se acercó con curiosidad y cogió la botella de té, queriendo comprobar si realmente se trataba de té y no de otra bebida destilada. Al comprobar que Michael estaba en lo correcto, intercambió una mirada llena de humor con su hermano mayor, mirada que Michael captó pero no entendió el trasfondo.

- ¿Qué? - quiso saber el menor.

- ¿Sandwiches? - interrogó Arthur.

- Si - afirmó Michael, sin comprender.

- Polly nos ha hecho sandwiches- dijo el mayor en voz alta siendo escuchado por el resto de sus acompañantes

- ¿Crees que la Polly se cree que vamos de picnic? - bromeó Charlie, que se había acercado a la parte trasera del auto, donde todos se habían conglomerado, justo en el momento perfecto para escuchar la conversación.

- Venga - intervino Tommy - vamos a tomarnos el té, comernos los sandwiches y luego seguimos con la ruta, eh? - se acercó a su tío, poniéndole una mano en el hombro al pasar. - No tires migas, Charlie.

- Dame uno anda. - pidió Arthur.

- Reparte, Arthur, gordo cabronazo - gritó John, haciendo el camino hacia su lugar designado para que pudieran tomar rumbo a su destino.