Hola hola!! Este capítulo va a tener contenido no apto para menores de 18 años. ¡¡Disfrutad!!
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P.O.V: Narrador.
Los dos fueron conscientes cuando la limusina apagó el motor y unas suaves palabras llegaron desde la parte delantera.
-Hemos llegado.- Dijo el chofer Kim casi en susurro para no molestarles.
Jumin miró con deseo y lujuria a la joven que se encontraba sobre sus piernas, deseoso por sacarle más de esos gemidos que parecían melodía para sus oídos. Miro por la ventanilla y una pequeña sonrisa juguetona apareció en sus labios.
- Hemos llegado.- Dijo el pelinegro. Era consciente de que su chofer les había dejado en la puerta de su pent-house, era su momento.
MC estaba un poco confusa hasta que observó el lugar. Se levantó de sus piernas y colocó su vestido lo mejor que pudo, sus manos temblaban por el fuerte deseo que ese hombre le había provocado.
Los dos accedieron al interior del edificio con la mano de Jumin sobre sus nalgas con mucho disimulo. Intentaban mantener la compostura, ocultar al mundo lo sucedido en esa limusina, pero era evidente la electricidad que entre ellos corría como un día de tormenta.
Accedieron al interior del ascensor y los dos quedaron en silencio, mirando al frente con sus respiraciones agitadas, anticipando el momento en que las puertas se cerraran. Mala suerte que apareció una amable señora, desbaratando sus perversos planes.
-¡Oh, que jóvenes más guapos!.- Exclamó la mujer.- ¿Venís de una fiesta?
-Muchas gracias por el cumplido.- Contestó Jumin los más sereno que pudo.- Sí, ahora debemos ir a descansar.
-Estos jóvenes... .- Se giró y quedó mirando hacia la puerta del ascensor mientras el mismo subía.
MC miró a Jumin con una clara decepción, dejándole entender lo que hubiera sucedido si estuvieran solos. El joven se sonrió, pobre inocente, pensó. Con la mano que tenía apoyada en su nalga empezó a apretar por encima del vestido. La cara de ella se enrojeció y le miró con sus ojos muy abiertos señalando a la señora. El se limitó a carraspear levantando una ceja con expresión provocativa, y deslizó su mano por su pierna desnuda acercándose peligrosamente al interior de su muslo. Sus dedos se deslizaban por su piel, ahora erizada, provocando que MC soltara pequeños suspiros y cerrara sus ojos.
-¡Hasta luego jóvenes!.- Dijo la señora antes de salir del ascensor, dejando que las puertas se cerraran a su paso.
Jumin empujó a MC contra la esquina del ascensor, dejándola arrinconada con su cuerpo y apoyó las manos a cada lado de su cabeza.
-¿Te excita jugar con gente delante?.- Su voz era ronca mientras que con la lengua recorría su cuello.
-Bueno.- Gimió con el roce.- Tampoco me desagrada.
La puerta volvió a abrirse con un sonido que anunciaba la llegada a su piso. Enredados en un apasionado beso se dirigieron al interior del pent-house, aún con mas impaciencia. Elisabeth III quedó en un segundo plano ya que ninguno le hizo caso, solo podían pensar en el momento. Por la entrada fueron quedando los zapatos de ambos, desperdigados.
-Esta noche vas a ser mía.- Mordió su cuello apretando su cadera contra él.- Completa y enteramente mía.
-Completamente tuya.- Agarró su corbata y tiró de ella.
Jumin bajó sus manos a sus caderas y enredó la tela del vestido en sus dedos, con torpeza, y empezó a subirlo deseando observar con claridad todo lo que tapaba. Sus ojos empezaron a arder como el fuego al contemplar la hermosa figura de la mujer que tantas veces se había imaginado. Levantó su mano haciéndole girar sobre si misma, observando con sus pupilas dilatadas sus pechos desnudos y su tanga de encaje.
Ella no tardó en quitar la chaqueta de él y con delicadeza soltó los botones de su camisa, con una mirada de deseo que lo estaba haciendo enloquecer. Bajó a sus pantalones acariciando sus abdominales, quitó su cinto y empezó a jugar con el borde de su pantalón. La respiración de Jumin se entrecortó.
-Ninguna mujer jamás había provocado que me quedara sin aire.- Dijo sin quitarle su mirada apasionada.
-¿Me deseas?.- Contestó MC desabrochando su pantalón.
-Como a ninguna mujer he deseado.
Se deshizo de la ropa y ella no pudo evitar bajar su mirada a su bóxer abultado, imaginándose lo que escondía debajo. Mordió fuerte su labio en reflejo de lo que pasaba por su cabeza y el la agarró por sus nalgas juntándola a su cuerpo. La levantó haciendo que enredara sus piernas a su cadera y besó su oreja.
-Te voy a hacer gemir hasta que te quedes afónica.- Susurró contra su oído provocando que su piel se erizara.
La llevó hacia su cama dejando en el camino que sus dedos exploraran por encima de su lencería, escuchando la música que salía de la garganta de MC chocando contra su boca. La dejó sobre la cama y empezó a recorrer su cuerpo con apetito hasta que consiguió adentrarse en la profundidad de su ropa interior. Se recostó un poco sobre ella mientras sus dedos exploraban cada pliegue.
El ambiente de esa habitación estaba cargado de deseo y lujuria, el suave aroma de sus perfumes se mezclaba en el aire creando una fragancia única. Introdujo sus dedos en su interior hipnotizado por sus gemidos, fuertes y constantes, notando la humedad que había provocado.
-J-Jumin.- Gimió fuerte su nombre, cosa que le enloqueció.
Se deshizo de la ropa que le quedaba mientras su mano empezaba a moverse con velocidad. Bajó su cabeza a sus pechos inundándose de su dulce aroma para empezar a besar y morder sus pezones. Ella agarró su pelo con fuerza inundada de placer, su espalda se arqueaba y sus caderas seguían el rápido movimiento de sus dedos.
-Gime para mi.- Volvió a morder.- hazlo.- Dijo con voz de mandato.
MC empezó a descubrir que era dominante y eso le agradó. Siguió sus ordenes casi inconsciente, por más que quisiera no iba a poder reprimirlos.
Sin sacar sus dedos aproximó su dedo pulgar a su punto clave, estimulándolo con movimientos circulares. La miraba con voracidad esperando el momento cumbre para ella, tenía claro que esa noche la iba a hacer disfrutar. Y llegó.
-¡No pares!.- MC ahogó un grito contra su cuello arañando su espalda.
-No te contengas y grita con fuerza.- Empezó a bajar el ritmo de su mano en forma de amenaza.
-¡Sigue!.- Gritó entre gemidos.- ¡No pares!.- Se notaba su desesperación.
Los ojos de Jumin brillaban como auténticos luceros observando a MC explotar su deseo. Se enorgullecía por su trabajo tan satisfactorio, pero las cosas no habían hecho más que empezar.
MC respiraba muy agitada a la vez que algo extasiada, sonrió y llevó su mano al bóxer de Jumin, acariciando su miembro por encima del mismo.
-Eres un maldito, debiste esperar.- Introdujo su mano dentro agarrando con firmeza.
-¿Por qué?.- Gimió al notarla.- ¿Piensas que no vas a llegar más?.- Sonrió con picardía.
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Sempiterno [Jumin Han x MC]
FanficCuando MC regresó a Corea decidió aceptar la propuesta de su mejor amiga Rika y unirse a su organización de beneficencia, la R.F.A. Su llegada supuso un gran cambio para todos sus miembros, proponiendo ideas que para ellos parecían locas pero que fi...