Sempiterno [Jumin Han x MC]

‣ Capítulo 22 ◌

P.O.V. MC:

-¡El gran día llegó!.- Exclamé saltando de la cama.- Debo arreglarme rápidamente y acabar de ultimar todo. 

Corrí a la cocina a prepararme un café, necesito cafeína. Había preparado una gran sorpresa de la que nadie sabía nada, si que había obtenido permisos de Rika para hacerlo, pero no le dije el que. 

Mientras bebía del vaso recordaba la tarde de ayer, nos lo pasamos genial quitando cuando me hacían burla imitándome con Jumin. Conseguimos un vestido perfecto para Jaehee a juego con un maquillaje, estaba preciosa. Rika quería ir más simple, su vestido también era precioso, pero hacía hincapié en que no necesitaba impresionar a nadie ya que tenía a V, dejando ver que yo tenía necesidad de que Jumin me viera radiante. Pero era mentira, o eso me quería hacer creer. Mi móvil sonó, notificación de mensajes de la RFA. 

Todos hablaban entusiasmados por la fiesta, esperando ansiosos ver el trabajo que yo había realizado. De repente caí en la cuenta de que con el vestido no podía conducir mi moto y no disponía de coche.

-¿Alguien sería tan amable de pasar a recogerme?. No puedo ir en moto y no quedaría formal aparecer en taxi. 

Misteriosamente Jumin habló, después de días evitándome y con las palabras que cruzamos ayer, tenía la cara de contestar.

Jumin: Te recojo yo en mi limusina. 

Seven: Yo también me ofrezco, te dejo elegir el coche que tu quieras para ir a recoger a mi princesa. 

-¡Acepto Seven!. Creo que me quedo con el amarillo, llama mucho la atención. 

-Señor Jumin Han, no debes molestarte en ofrecerme nada.

Jumin: No era un ofrecimiento, es un hecho. 707 no te preocupes, me encargo yo de ella. 

Rika: Problemas en el paraíso.... 

-¿Quién te crees que eres para mandar sobre mi?. ¡Es mi decisión!. ¡Olvídate de mi existencia capullo!

Seven: ... ¿Entonces que hago?

-Ven a por mi en el coche amarillo en una hora. No te retrases.

Zen: ¿Te piensas que con dinero lo compras todo Jumin?. MC parece muy resentida contigo, espero que la dejes en paz. 

Jumin: Cállate Zen. Y Seven, como advertencia, solo vas a hacer de chofer. No la toques, no la mires y mucho menos se te ocurra hacer nada indebido. 

-¡Déjame en paz Jumin!. ¿Te piensas que soy una cualquiera que se tira a los brazos del primero que pasa?.

Jumin: En los míos caíste y no te negabas a mis besos y caricias. ;)

-¡Eso es diferente!. Dios, eres un asqueroso. Pensé que sentía algo por ti y menos mal que me has demostrado como eres. ¡Te odio!

-Chicos, me voy a preparar. Tanto estrés me va a sacar arrugas y hoy necesito estar radiante. ¡Luego nos vemos!

Bloqueé mi móvil rabiada por la actitud prepotente de Jumin. ¿Encima insinúa delante de todos que jugó conmigo cuando me besó?. ¡Lo odio con toda mi alma!. Bebí de un trago el café y empecé a pensar en cosas bonitas, necesitaba concentrarme en mi. 

Me miraba en el espejo encantada con el vestido elegido, me quedaba como anillo al dedo. Tenía un gran escote que cerraba encima del ombligo, una pequeña manga caída que cubría mis hombros y una gran apertura en mi pierna derecha que terminaba donde empezaba mi pierna. Lo teñía un color morado oscuro, era elegante pero a la vez fascinante. Decidí llevar todo el pelo suelto con pequeños tirabuzones en las puntas, un maquillaje simple y un labial rojo mate para que captara toda la atención. Me sentía bella, radiante y provocativa, cuanto más me miraba más cómoda me encontraba. 

Miré la hora y recibí un mensaje de Seven diciéndome que estaba debajo de mi casa. Me subí sobre unos pequeños tacones elegantes y sobre todo cómodos, agarré mi bolso y me apresuré hasta la calle.

-¡Guao!.- Exclamó Seven.- ¿Siempre vas tan llamativa a los eventos?. Debo decir sin mentir que estas preciosa, corriendo el riesgo de que Jumin me corte el cuello. 

-Muchas gracias Seven.- Le sonreí y apoyé un suave beso en su mejilla.- Eres muy amable con tus halagos, pero vas a conseguir que me sonroje. Y respecto a Jumin, no te preocupes de ese mal nacido. 

-Y-yo.- Su cara se sonrojó y rápidamente miró al frente.- Vamos a ir ya, creo que todos ya llegaron. 

Al llegar aparcó el coche en un parquin exclusivo para miembros, me ayudó a salir y tuve que agarrar su brazo para no caerme. El terreno era irregular y con los tacones no conseguía estabilizarme. Caminamos así hasta la puerta de entrada, la cual abrió y me indicó que pasara delante de él. Había una gran cantidad de gente elegante conversando entre ellos, esta fiesta era asombrosa y eso que aún no había comenzado. Seven me indicó el camino hacia donde se encontrarían el resto de nuestros compañeros y nos acercamos aún con su brazo agarrado. 

-¡Mirar quienes han llegado!. ¡Los últimos!.- Exclamó Rika emocionada.- ¿Pero tú quieres robar la atención de la fiesta?. Vas a triunfar más que las fotografías de V.- Se rió.

-Eso lo dices porque me ves con buenos ojos Rika.- Le di un leve abrazo.

-¡MC!.- Exclamó Zen recorriéndome con la mirada.- Es un placer poder ver en persona semejante belleza, mi corazón quiere escaparse de mi pecho.- Me sonrió mordiéndose un poco el labio.- Ahora que Jumin no está por medio, que sepas que estoy disponible. Plantéate los hijos tan preciosos que tendríamos. 

-¡Zen!.- Me reí.- Creo que por ahora voy a pasar un poco de relaciones. Pero me guardo tu ofrecimiento. Por cierto, ¿has visto lo guapa que vino Jaehee hoy?. Yo creo que esa mujer tiene mucho potencial. 

-¡Es verdad!. No parece la misma, voy a ir a saludarla. 

Sonreí y le guiñé un ojo a Jaehee. En su cara empezaba a asomarse un tono rojizo mientras Zen la alagaba. 

-¿No crees que es vas a llamar mucho la atención de los hombres?.

Su olor llegó a mis fosas nasales, se encontraba demasiado cerca de mi espalda. Su voz ronca penetró en el interior de mis oídos como si de agujas se tratasen.

-¿Debería importarte como me visto?. Te agradecería que no te acercaras a mi en lo que queda de día, mejor dicho en lo que me queda de vida. 

Apoyó su mano en mi cintura y la recorrió suavemente hasta mi cadera. Cerré fuerte los ojos con un horrible escalofrío por todo mi cuerpo. 

-Solo te quería advertir, pero debo admitir que te sienta muy bien.- Se separó y se puso en frente mía.- Estaré vigilando que no te pase nada.- Agarró levemente mi barbilla y se marchó.

Debes ser fuerte MC, no caigas otra vez en la tentación. Pero por favor, estaba demasiado guapo con ese chaleco fruncido sobre su cuerpo. Y esa mirada intensa, su voz ronca, sus suaves caricias. ¡No!. Debes mantenerte fuerte, sabes lo que quiere y es jugar nuevamente contigo. No voy a permitirlo.