Sempiterno [Jumin Han x MC]

⫘ Capítulo 26 🔞

P.O.V. Narrador:

- ¿Por qué? ¿Piensas que no vas a llegar más?.- Sonrió Jumin con picardía.

MC levantó una ceja con cierta gracia ante sus palabras mientras sus dedos no dejaban de recorrer su ropa interior. Por el contrario, Jumin frunció levemente el ceño entre pequeños jadeos por esos roces que le estaban torturando.

- Claro que lo pienso.- Dijo con una suave risa.- Nunca lo han conseguido. 

Jumin se sonrió con picardía entrecerrando levemente los ojos mientras se deshacía de su bóxer en un rápido movimiento. Agarró las piernas de MC por debajo de sus rodillas elevándolas hacia ella mientras que se colocaba entre las mismas.

- ¿Me estás retando?.- Preguntó con voz sensual deslizando su lengua por una de sus piernas.- No me queda más remedio que demostrártelo.- Una suave risa maliciosa salió de su boca.

Sin poder alargar el momento ni un minuto más, apoyó las piernas de MC sobre sus hombros llevando sus manos hacia sus pechos. Con un lento movimiento de sus caderas se introdujo en el interior de su humedad arrancando un sonoro gemido de la garganta de los dos que llenó por completo aquella habitación.

- Maldita sea...- Murmuró jadeante Jumin presionando su pechos.- Me vuelves jodidamente loco.

Sin tiempo a ninguna respuesta empezó un rápido y feroz vaivén con sus caderas llenando por completo el interior de MC, que arqueaba con fuerza su espalda ante tan intenso placer. Las manos de Jumin recorrían su cuerpo sin descanso, intentando memorizar cada curva en lo más profundo de su ser. Levantó ligeramente sus caderas y le dio una suave nalgada acompañada de un gutural gruñido. 

- Gírate.- Le obligó mientras le guiaba dejándola boca abajo.- Eres una maldita tentación MC.

- ¿ Por q...- Intentó preguntar.- ¡Jumin!.- Gimió con una fuerza arrolladora.

Jumin le había levantado sus caderas y antes de que pudiera acabar de hablar la embistió con fuerza nuevamente hundiendo sus dedos en sus nalgas mientras gemía casi sin control. Empezó a darle nalgadas observándola a su merced con mirada depredadora, siendo solo suya por lo menos por esa noche. Sin parar con sus movimientos feroces de cadera se inclinó ligeramente sobre ella envolviendo su melena en su mano dando un suave tirón.

- Quiero escucharte gemir.- Su voz salía aún más grave y jadeante.- Dime que te gusta, dímelo. 

- M-me encanta Jumin.- Consiguió contestar MC con una voz envuelta en placer.- S-sigue, no pares. ¡No pares!

MC estaba llegando al mismísimo cielo sin moverse de aquella cama, cosa que Jumin notó mostrando una sonrisa traviesa pero complacida. Aceleró el ritmo de sus caderas deslizando su mano libre nuevamente a su punto clave volviendo a acariciarlo con maestría. Las paredes de MC se empezaron a contraer al rededor de él, provocando que perdiera completamente el control, llegando así los dos al, posiblemente, mejor clímax que jamás habían experimentado. 

Jumin salió lentamente de su interior y se recostó sobre la cama atrayéndola hacia él con sus manos. Los dos se miraban con una sonrisa, sin decir nada, mientras sus respiraciones intentaban regularse al compás de sus pechos subiendo y bajando a toda velocidad. Con sus brazos envolvió su cuerpo juntándolo al suyo en un cariñoso y protector abrazo, como si pensara que al soltarla todo lo que había pasado dejaría de ser real. La necesitaba ahí con él. A ella, a su aroma, a su calor inigualable... Ya que solo a su lado podía sentirse el mismo.

- Te dije que podía hacerte llegar otra vez, pequeña revolución.- Dijo Jumin con una voz suave y ligeramente burlona acariciando con dulzura la espalda de MC.